Estudios estadounidenses han demostrado que escribir sobre uno mismo y contarnos nuestras experiencias personales puede mejorar los trastornos del estado de ánimo, la memoria y hacernos más exitosos en la vida.
"La idea es que todos tenemos una narrativa personal que da forma a nuestra visión del mundo y de nosotros mismos. Pero a veces nuestra voz interior no la entiende. Algunos investigadores creen que al escribir y luego editar nuestras propias historias, podemos cambiar la percepción que tenemos de nosotros mismos e identificar los obstáculos que se interponen en el camino de una salud mejor", escribe la columnista de 'The New York Times' Tara Parker-Pope.
Parker-Pope ha reunido varias investigaciones estadounidenses sobre este tema. Una de ellas, realizada en 1980 por psicólogos de la Universidad Duke, estudió el comportamiento de los jóvenes en su primer año de estudios superiores. Los estudiantes se dividieron en dos grupos. Los del primero vieron videos de estudiantes de más edad en los que estos reflexionaban sobre cómo sus propias notas habían mejorado mientras se ajustaban a los problemas cotidianos de su universidad. El objetivo era incitar a estos estudiantes a editar sus propias narrativas acerca de la universidad.
En el segundo grupo, que no había recibido consejos, el 20% de los estudiantes abandonó sus universidades después del primer año. Pero en el primer grupo solo un 5% lo hizo.
En otro de los estudios recuperados por la columnista de 'The New York Times', investigadores de la Universidad de Stanford estudiaron el comportamiento de estudiantes afroamericanos que trataban de adaptarse a la vida universitaria. A algunos de los estudiantes se les pidió crear un ensayo o un video hablando de su vida para que fuera visto por futuros estudiantes. Conclusión similar: los estudiantes que participaron en la redacción o el vídeo obtuvieron mejores calificaciones en los meses siguientes.
"La idea es que todos tenemos una narrativa personal que da forma a nuestra visión del mundo y de nosotros mismos. Pero a veces nuestra voz interior no la entiende. Algunos investigadores creen que al escribir y luego editar nuestras propias historias, podemos cambiar la percepción que tenemos de nosotros mismos e identificar los obstáculos que se interponen en el camino de una salud mejor", escribe la columnista de 'The New York Times' Tara Parker-Pope.
Parker-Pope ha reunido varias investigaciones estadounidenses sobre este tema. Una de ellas, realizada en 1980 por psicólogos de la Universidad Duke, estudió el comportamiento de los jóvenes en su primer año de estudios superiores. Los estudiantes se dividieron en dos grupos. Los del primero vieron videos de estudiantes de más edad en los que estos reflexionaban sobre cómo sus propias notas habían mejorado mientras se ajustaban a los problemas cotidianos de su universidad. El objetivo era incitar a estos estudiantes a editar sus propias narrativas acerca de la universidad.
En el segundo grupo, que no había recibido consejos, el 20% de los estudiantes abandonó sus universidades después del primer año. Pero en el primer grupo solo un 5% lo hizo.
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