En los últimos años el movimiento de no poo (del inglés, no shampoo) ha motivado a cuidar la higiene capilar sin el uso de un shampoo comercial. Este movimiento tuvo su origen durante la década de los 70, cuando el uso de los shampoos sintéticos se volvió norma social diaria. Esto produjo ciertas consecuencias tanto en el medio ambiente como en el cuerpo del usuario.
El uso constante de los shampoos sintéticos provoca el retiro de los aceites naturales del cuero cabelludo, por lo que éste requiere producir el doble para compensar dicha ausencia. De modo que se genera un círculo vicioso en que, para evitar el exceso de los aceites naturales, se requiere el shampoo sintético…
Y de acuerdo con investigaciones de Greenpeace, el shampoo sintético se encuentra relacionado con la deforestación de áreas verdes a causa de la extracción del aceite de palma; lo cual ha puesto en peligro de extinción a varias especies, como el tigre de Sumatra y el orangután de Tanjung Puting.
En su libro In Happy Hair: The Definitive Guide to Giving Up Shampoo (Con un cabello feliz: la guía definitiva de renunciar al shampoo), Lucy Aitken Read da a conocer los resultados efectivos de no utilizar el shampoo durante dos años (y contando). Aunque admite que al principio era incómodo por la etapa olorosa y grasosa, su cabello se tornó más fuerte, sano y brillante pasando esa fase.
El consejo entonces es resistirse a esa etapa, mantenerse constantes y aguantar durante un par de días. Después, opta por alternativas naturales que fortalezcan y limpien el cabello, tales como: bicarbonato de sodio, vinagre de sidra de manzana. Basta con que repitas ese proceso cada cinco o siete días; mientras que, diariamente, lava tu cabello con agua.
Instrucciones: En una jarra de vidrio, revuelve agua con dos cucharadas de bicarbonato de sodio. Vierte la fórmula en tu cabello, enjuaga. Luego, en la misma jarra de vidrio, vuelve a revolver dos cucharadas de vinagre de manzana y agua. Vuelve a verter la fórmula y enjuaga casi inmediatamente.
ecoosfera.com
El uso constante de los shampoos sintéticos provoca el retiro de los aceites naturales del cuero cabelludo, por lo que éste requiere producir el doble para compensar dicha ausencia. De modo que se genera un círculo vicioso en que, para evitar el exceso de los aceites naturales, se requiere el shampoo sintético…
Y de acuerdo con investigaciones de Greenpeace, el shampoo sintético se encuentra relacionado con la deforestación de áreas verdes a causa de la extracción del aceite de palma; lo cual ha puesto en peligro de extinción a varias especies, como el tigre de Sumatra y el orangután de Tanjung Puting.
En su libro In Happy Hair: The Definitive Guide to Giving Up Shampoo (Con un cabello feliz: la guía definitiva de renunciar al shampoo), Lucy Aitken Read da a conocer los resultados efectivos de no utilizar el shampoo durante dos años (y contando). Aunque admite que al principio era incómodo por la etapa olorosa y grasosa, su cabello se tornó más fuerte, sano y brillante pasando esa fase.
El consejo entonces es resistirse a esa etapa, mantenerse constantes y aguantar durante un par de días. Después, opta por alternativas naturales que fortalezcan y limpien el cabello, tales como: bicarbonato de sodio, vinagre de sidra de manzana. Basta con que repitas ese proceso cada cinco o siete días; mientras que, diariamente, lava tu cabello con agua.
Instrucciones: En una jarra de vidrio, revuelve agua con dos cucharadas de bicarbonato de sodio. Vierte la fórmula en tu cabello, enjuaga. Luego, en la misma jarra de vidrio, vuelve a revolver dos cucharadas de vinagre de manzana y agua. Vuelve a verter la fórmula y enjuaga casi inmediatamente.
Ante y despues |
Comentarios
Publicar un comentario