Las jóvenes indonesias que desean convertirse en policías deben someterse a la rudimentaria 'prueba de los dos dedos' para demostrar su virginidad, una práctica calificada de discriminatoria y degradante por los defensores de los derechos humanos.
Los requisitos para que las mujeres ingresen en el cuerpo de la Policía nacional indonesia no son muchos. Las jóvenes deben estar solteras, tener menos de 22 años y ser vírgenes. Esta última condición ha desatado una fuerte polémica que ha sido reflejada en el reciente informe de Human Rights Watch. Para la mayoría de las chicas que aspiran a convertirse en agentes del orden pasar el 'test de los dos dedos' supone un doloroso y humillante trauma que desean olvidar lo más pronto posible.
Según contó a HRW una joven de 19 años, el día de la prueba se vio obligada, junto con otras 20 chicas, a desnudarse completamente, tras lo cual una doctora examinó una tras otra a las aspirantes sobre una cama de partos. "Mi amiga incluso se desmayó, porque realmente duele", confesó la joven.
Las aspirantes a policía que no pasaron la prueba fueron inmediatamente rechazadas. De esta manera la Policía de Indonesia se asegura que en las filas de las fuerzas policiales no entren "prostitutas".
Sin embargo, los contrarios a las pruebas de virginidad alegan que los que defienden esta práctica tienen escasa información sobre la anatomía femenina. "La creencia de que todas las vírgenes tienen el himen intacto y sangran durante la primera relación sexual es inexacta y poco científica", escribió Aruna Kashyap, la investigadora principal de la División de Derechos de las Mujeres de HRW.
Además, el cuestionable test de virginidad no es exactamente una bola de cristal que muestra toda la historia de la vida sexual de la mujer. Así, una joven reveló al diario 'Jakarta Globe' que para entrar a las filas policiales ahorró cerca de 820 dólares para pagarse una operación quirúrgica de reconstrucción del himen. A juzgar por el resultado, la operación fue un éxito, ya que actualmente la chica sirve en la Policía del país asiático.
Los requisitos para que las mujeres ingresen en el cuerpo de la Policía nacional indonesia no son muchos. Las jóvenes deben estar solteras, tener menos de 22 años y ser vírgenes. Esta última condición ha desatado una fuerte polémica que ha sido reflejada en el reciente informe de Human Rights Watch. Para la mayoría de las chicas que aspiran a convertirse en agentes del orden pasar el 'test de los dos dedos' supone un doloroso y humillante trauma que desean olvidar lo más pronto posible.
Según contó a HRW una joven de 19 años, el día de la prueba se vio obligada, junto con otras 20 chicas, a desnudarse completamente, tras lo cual una doctora examinó una tras otra a las aspirantes sobre una cama de partos. "Mi amiga incluso se desmayó, porque realmente duele", confesó la joven.
Las aspirantes a policía que no pasaron la prueba fueron inmediatamente rechazadas. De esta manera la Policía de Indonesia se asegura que en las filas de las fuerzas policiales no entren "prostitutas".
Sin embargo, los contrarios a las pruebas de virginidad alegan que los que defienden esta práctica tienen escasa información sobre la anatomía femenina. "La creencia de que todas las vírgenes tienen el himen intacto y sangran durante la primera relación sexual es inexacta y poco científica", escribió Aruna Kashyap, la investigadora principal de la División de Derechos de las Mujeres de HRW.
Además, el cuestionable test de virginidad no es exactamente una bola de cristal que muestra toda la historia de la vida sexual de la mujer. Así, una joven reveló al diario 'Jakarta Globe' que para entrar a las filas policiales ahorró cerca de 820 dólares para pagarse una operación quirúrgica de reconstrucción del himen. A juzgar por el resultado, la operación fue un éxito, ya que actualmente la chica sirve en la Policía del país asiático.
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