Científicos de EE.UU. pueden haber descubierto cómo lograr que las personas sean más inteligentes haciendo que el cerebro regrese al estado infantil, cuando es capaz de aprender nuevas habilidades. Solo hay que bloquear una proteína.
Los investigadores de la Universidad de Stanford (EE.UU.) descubrieron que si se suprime la proteína PirB el cerebro se adapta más fácilmente a nuevas situaciones. Esta proteína, expresada en las células del cerebro, permite recordar las habilidades, pero al mismo tiempo obstaculiza la capacidad de aprender habilidades nuevas. Según el estudio, publicado en la revista 'Science Translational Medicine', el cerebro de los adultos no pierde la capacidad de funcionar como lo hacía durante la infancia, sino que esta capacidad la desactiva PirB.
Después de bloquear la proteína en los ratones, al menos una parte del cerebro de los roedores se volvió más maleable y se recuperaba más fácilmente de los daños. Así, en los animales que sufrían ambliopía tras la supresión de PirB, se registró un rápido ajuste a la pérdida de visión en un ojo.
En los seres humanos el bloqueo de la misma proteína reduciría el tiempo necesario para recuperarse de las lesiones cerebrales; además, mejoraría la capacidad de aprender y de memorizar, creen los científicos. En definitiva, el cerebro recobraría la plasticidad que tiene durante la infancia, cuando uno aprende nuevas habilidades.
Debido a la desactivación de PirB las conexiones de las sinapsis neuronales se relajan, por lo que los circuitos cerebrales se hacen menos estables y los nuevos circuitos se crean más fácilmente, explicaron los investigadores. No obstante, indicaron que la aplicación de estas prácticas en personas debe estudiarse, ya que tendría efectos colaterales negativos, porque el bloqueo de PirB puede también debilitar conexiones neuronales importantes.
Los investigadores de la Universidad de Stanford (EE.UU.) descubrieron que si se suprime la proteína PirB el cerebro se adapta más fácilmente a nuevas situaciones. Esta proteína, expresada en las células del cerebro, permite recordar las habilidades, pero al mismo tiempo obstaculiza la capacidad de aprender habilidades nuevas. Según el estudio, publicado en la revista 'Science Translational Medicine', el cerebro de los adultos no pierde la capacidad de funcionar como lo hacía durante la infancia, sino que esta capacidad la desactiva PirB.
Después de bloquear la proteína en los ratones, al menos una parte del cerebro de los roedores se volvió más maleable y se recuperaba más fácilmente de los daños. Así, en los animales que sufrían ambliopía tras la supresión de PirB, se registró un rápido ajuste a la pérdida de visión en un ojo.
En los seres humanos el bloqueo de la misma proteína reduciría el tiempo necesario para recuperarse de las lesiones cerebrales; además, mejoraría la capacidad de aprender y de memorizar, creen los científicos. En definitiva, el cerebro recobraría la plasticidad que tiene durante la infancia, cuando uno aprende nuevas habilidades.
Debido a la desactivación de PirB las conexiones de las sinapsis neuronales se relajan, por lo que los circuitos cerebrales se hacen menos estables y los nuevos circuitos se crean más fácilmente, explicaron los investigadores. No obstante, indicaron que la aplicación de estas prácticas en personas debe estudiarse, ya que tendría efectos colaterales negativos, porque el bloqueo de PirB puede también debilitar conexiones neuronales importantes.
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