Pero vivir más años no implica vivirlos con calidad de vida. De los 8,5 millones de personas mayores de 65 años, se calcula que hay 1,8 millones que viven solas, según denuncia la organización Amigos de los Mayores. “La soledad de las personas mayores en España es un problema social de gran relevancia y que va en aumento”, se lamenta Enrique Vaquerizo, de Amigos de los Mayores. “Hay que tener en cuenta que vivir solo no es una opción escogida normalmente, sino una situación a la que se han visto abocados. Una de cada cuatro personas mayores pasa todo el día solo y el mismo porcentaje asegura que se siente sola cuando se lo preguntan”.
Vaquerizo achaca el aumento de esta situación de soledad a ciertos cambios sociales y culturales. “Cada vez hay más personas viviendo en ciudades, donde todo es más impersonal, a la vez que se están perdiendo los espacios vecinales de encuentro”, explica el experto. Tampoco ha ayudado “la incorporación de la mujer al mundo laboral, que era quien tradicionalmente asumía el papel de cuidar a los ancianos de la casa, así como la mayor movilidad por razones laborales”, sostiene Vaquerizo.
Esta cruda realidad, no tan visible como fuera deseable, es precisamente la que se quiere dar a conocer y combatir con el Día Internacional de las Personas Mayores, que tiene lugar cada 1 de octubre desde que en 1990 la ONU decidió designar este día para dar visibilidad internacional a este grupo de población.
Las mujeres envejecen solas
La soledad afecta especialmente a las mujeres. Mientas ellas suelen envejecer solas, ellos lo hacen mayoritariamente en pareja. En concreto, el 70,8% de los hombres de 75 y más años viven en pareja, y el 36,2% de las mujeres de la misma edad viven solas, según datos de la primera oleada de la Encuesta Continua de Hogares 2013 del Instituto Nacional de Estadística.
Ello se debe a dos motivos principalmente. El primero es porque las mujeres viven más años, como se comentaba al inicio del artículo, es decir ellos se mueren antes dejando a su cónyuge sola. Y, en segundo lugar, la posibilidad de que una mujer de edad vuelva a casarse, tras viudez o divorcio, es mucho menor que la de un hombre. Según el Movimiento Natural de la Población de 2012, 4.161 varones de 60 y más años volvieron a casarse por sólo 1.202 mujeres de esas edades.
La parte positiva es que “las mujeres son menos reacias a pedir ayuda”, asegura Vaquerizo basándose en que el 90% de las personas a las que se atiende desde la organización Amigos de los Mayores son mujeres.
Vaquerizo achaca el aumento de esta situación de soledad a ciertos cambios sociales y culturales. “Cada vez hay más personas viviendo en ciudades, donde todo es más impersonal, a la vez que se están perdiendo los espacios vecinales de encuentro”, explica el experto. Tampoco ha ayudado “la incorporación de la mujer al mundo laboral, que era quien tradicionalmente asumía el papel de cuidar a los ancianos de la casa, así como la mayor movilidad por razones laborales”, sostiene Vaquerizo.
Esta cruda realidad, no tan visible como fuera deseable, es precisamente la que se quiere dar a conocer y combatir con el Día Internacional de las Personas Mayores, que tiene lugar cada 1 de octubre desde que en 1990 la ONU decidió designar este día para dar visibilidad internacional a este grupo de población.
Las mujeres envejecen solas
La soledad afecta especialmente a las mujeres. Mientas ellas suelen envejecer solas, ellos lo hacen mayoritariamente en pareja. En concreto, el 70,8% de los hombres de 75 y más años viven en pareja, y el 36,2% de las mujeres de la misma edad viven solas, según datos de la primera oleada de la Encuesta Continua de Hogares 2013 del Instituto Nacional de Estadística.
Ello se debe a dos motivos principalmente. El primero es porque las mujeres viven más años, como se comentaba al inicio del artículo, es decir ellos se mueren antes dejando a su cónyuge sola. Y, en segundo lugar, la posibilidad de que una mujer de edad vuelva a casarse, tras viudez o divorcio, es mucho menor que la de un hombre. Según el Movimiento Natural de la Población de 2012, 4.161 varones de 60 y más años volvieron a casarse por sólo 1.202 mujeres de esas edades.
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