Decenas de pasajeros judíos ultraortodoxos permanecieron de pie durante varias horas en un vuelo de una aerolínea israelí que iba de Nueva York a Tel Aviv, debido a que se negaban a sentarse al lado de mujeres.
Los pasajeros primero se negaron a tomar sus asientos, permaneciendo parados en los pasillos del avión y retrasaron el despegue del vuelo de la aerolínea El Al, dio a conocer el diario The Telegraph.
Sin embargo, luego de que el avión despegó y se apagó la señal del cinturón de seguridad, los judíos volvieron a levantarse de sus asientos.
El pasajero Amit Ben-Natan describió toda la experiencia como “una pesadilla de 11 horas”, ya que los judíos quedaron de pie en los pasillos y se negaban a sentarse.
“A pesar de que todos los pasajeros tenían boletos y sus respectivos números de asiento comprados con anticipación, los judíos ofrecieron a otros pasajeros pagarles dinero si les cambiaban el asiento, ya que no podían sentarse al lado de una mujer.
“Era obvio que el avión no despegaría si ellos se mantenían parados en los pasillos”.
Los pasajeros judíos bloqueaban los pasillos y hacían oraciones en voz alta.
El vuelo despegó después de que los judíos acordaron tomar sus lugares para permitir la salida, pero el caos volvió nuevamente cuando se apagó el anuncio de retirar los cinturones de seguridad.
En el avión viajaban también judíos no ortodoxos y seculares.
El vuelo llegó al aeropuerto internacional de Ben Gurion antes del anochecer del miércoles pasado, a tiempo para la celebración del año nuevo judío.
Los judíos ultraortodoxos obedecen una estricta política de separación entre sexos. En Israel, por ejemplo, piden que las mujeres ocupen la parte trasera de los autobuses.
Los pasajeros primero se negaron a tomar sus asientos, permaneciendo parados en los pasillos del avión y retrasaron el despegue del vuelo de la aerolínea El Al, dio a conocer el diario The Telegraph.
Sin embargo, luego de que el avión despegó y se apagó la señal del cinturón de seguridad, los judíos volvieron a levantarse de sus asientos.
El pasajero Amit Ben-Natan describió toda la experiencia como “una pesadilla de 11 horas”, ya que los judíos quedaron de pie en los pasillos y se negaban a sentarse.
“A pesar de que todos los pasajeros tenían boletos y sus respectivos números de asiento comprados con anticipación, los judíos ofrecieron a otros pasajeros pagarles dinero si les cambiaban el asiento, ya que no podían sentarse al lado de una mujer.
“Era obvio que el avión no despegaría si ellos se mantenían parados en los pasillos”.
Los pasajeros judíos bloqueaban los pasillos y hacían oraciones en voz alta.
El vuelo despegó después de que los judíos acordaron tomar sus lugares para permitir la salida, pero el caos volvió nuevamente cuando se apagó el anuncio de retirar los cinturones de seguridad.
En el avión viajaban también judíos no ortodoxos y seculares.
El vuelo llegó al aeropuerto internacional de Ben Gurion antes del anochecer del miércoles pasado, a tiempo para la celebración del año nuevo judío.
Los judíos ultraortodoxos obedecen una estricta política de separación entre sexos. En Israel, por ejemplo, piden que las mujeres ocupen la parte trasera de los autobuses.
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