Científicos británicos vinculan con distintas variaciones genéticas el diferente modo con que cada cual reacciona al café.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard ha encontrado seis nuevas variaciones genéticas que se asocian al consumo de café, sumándose así a otras dos descubiertas en 2011.
La existencia de estas variaciones explicaría por qué a algunas personas les basta con tomar una taza de café por la mañana para despabilarse, mientras que otros necesitan varias tazas de espresso para arrancar.
Los científicos examinaron 2,5 millones de variaciones genéticas en más de 120.000 hombres y mujeres, y después los relacionaron con sus hábitos de consumo de café. Algunas variaciones son responsables del metabolismo de la cafeína, mientras que otras lo son por el placer asociado a su consumo. Por esa razón para lograr el mismo efecto personas con diferentes variaciones genéticas requieren diferentes cantidades de café.
Sin embargo, estos resultados no son universales, ya que el consumo del café difiere según las partes del mundo. Los estadounidenses, europeos y australianos mostraron patrones genéticos similares, pero cuando se investigó a paquistaníes, los científicos no pudieron verificar sus hallazgos, subraya el estudio publicado en Molecular Psychiatry.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard ha encontrado seis nuevas variaciones genéticas que se asocian al consumo de café, sumándose así a otras dos descubiertas en 2011.
La existencia de estas variaciones explicaría por qué a algunas personas les basta con tomar una taza de café por la mañana para despabilarse, mientras que otros necesitan varias tazas de espresso para arrancar.
Los científicos examinaron 2,5 millones de variaciones genéticas en más de 120.000 hombres y mujeres, y después los relacionaron con sus hábitos de consumo de café. Algunas variaciones son responsables del metabolismo de la cafeína, mientras que otras lo son por el placer asociado a su consumo. Por esa razón para lograr el mismo efecto personas con diferentes variaciones genéticas requieren diferentes cantidades de café.
Sin embargo, estos resultados no son universales, ya que el consumo del café difiere según las partes del mundo. Los estadounidenses, europeos y australianos mostraron patrones genéticos similares, pero cuando se investigó a paquistaníes, los científicos no pudieron verificar sus hallazgos, subraya el estudio publicado en Molecular Psychiatry.
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