Pese a haber sido diseñados para ayudar a dejar el tabaco, un estudio publicado en The New England Journal of Medicine advierte que los cigarrillos electrónicos podrían también ocasionar adicción, y más que eso, ser la “puerta de entrada” a otras drogas, como marihuana y cocaína.
La profesora de la Universidad de Columbia, Denise Kandel, y el ganador del Premio Nobel de Medicina en el año 2000, Eric Kandel; son los investigadores que realizaron el estudio; en el que primero analizan el hecho de que el tacaco y el alcohol funcionan en ocasiones como puertas de entrada a otras drogas más potentes, y después investigan de qué manera los e-cigarretes podrían desencadenar el mismo efecto.
Los investigadores descubrieron que como muchos cigarrillos electrónicos tienen entre sus ingredientes para fumar sustancias sucedáneas o derivadas de la nicotina, el efecto que reciben sus consumidores en el cerebro es el mismo a que si fumaran realmente cigarrillos de tabaco; por lo que también son proclives a generar dependencia y posibles adicciones a otras sustancias.
La profesora de la Universidad de Columbia, Denise Kandel, y el ganador del Premio Nobel de Medicina en el año 2000, Eric Kandel; son los investigadores que realizaron el estudio; en el que primero analizan el hecho de que el tacaco y el alcohol funcionan en ocasiones como puertas de entrada a otras drogas más potentes, y después investigan de qué manera los e-cigarretes podrían desencadenar el mismo efecto.
Los investigadores descubrieron que como muchos cigarrillos electrónicos tienen entre sus ingredientes para fumar sustancias sucedáneas o derivadas de la nicotina, el efecto que reciben sus consumidores en el cerebro es el mismo a que si fumaran realmente cigarrillos de tabaco; por lo que también son proclives a generar dependencia y posibles adicciones a otras sustancias.
Los cigarrillos electrónicos son aparatos de venta legal en Estados Unidos, España y Francia, pero prohibidos en México, Argentina y Brasil, entre otros países. La Organización Mundial de la Salud encabeza desde hace años una controversia en torno a qué tan eficaces son los eCigs para combatir el tabaquismo, postura que ahora refuerza el estudio de Denise y Eric Kandel.