Existen muchos factores de riesgo que pueden aumentar las probabilidades de sufrir cáncer de mama como el tabaco, el alcohol, la edad, el historial familiar... Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista British Medical Journal concluye que consumir mucha carne roja puede ser otro de ellos.
El trabajo, realizado por un equipo de investigadores de la Harvard School of Public Health (EEUU) analizó los datos de 88.803 mujeres premenopáusicas (entre los 26 y los 45 años) del Nurses Health Study II de 1991, quienes tuvieron un seguimiento durante 20 años. A lo largo de ese período, los expertos identificaron 2.830 casos de cáncer de mama. Según los registros, el alto consumo de productos de carne roja durante la edad adulta temprana fue asociado a un aumento del 22% de riesgo de padecer cáncer de mama.
Por el contrario, un mayor consumo de productos de aves de corral (como el pollo) durante la edad adulta temprana fue asociado a una menor incidencia de cáncer de mama; concretamente la sustitución de una porción de 85 gramos de carne roja al día por carne de pollo, reducía el riesgo de cáncer de mama en un 17%.
Además, los investigadores descubrieron que reemplazar una porción de carne roja al día con otro alimento rico en proteínas como las legumbres, el pescado o los frutos secos, redundó en un 14% menos de riesgo de sufrir cáncer de mama.
El trabajo, realizado por un equipo de investigadores de la Harvard School of Public Health (EEUU) analizó los datos de 88.803 mujeres premenopáusicas (entre los 26 y los 45 años) del Nurses Health Study II de 1991, quienes tuvieron un seguimiento durante 20 años. A lo largo de ese período, los expertos identificaron 2.830 casos de cáncer de mama. Según los registros, el alto consumo de productos de carne roja durante la edad adulta temprana fue asociado a un aumento del 22% de riesgo de padecer cáncer de mama.
Por el contrario, un mayor consumo de productos de aves de corral (como el pollo) durante la edad adulta temprana fue asociado a una menor incidencia de cáncer de mama; concretamente la sustitución de una porción de 85 gramos de carne roja al día por carne de pollo, reducía el riesgo de cáncer de mama en un 17%.
Además, los investigadores descubrieron que reemplazar una porción de carne roja al día con otro alimento rico en proteínas como las legumbres, el pescado o los frutos secos, redundó en un 14% menos de riesgo de sufrir cáncer de mama.