Una mujer se ha convertido en noticia nacional en Japón luego de haber pedido a las autoridades que le impongan una multa por haberse pasado la luz amarilla en una calle de la prefectura de Oita.
Siguiendo la tradición de la mayoría de los japoneses de seguir lo que manda la ley y las reglas de buena conducta, la mujer pidió la sanción, luego de narrar que pasó.
La ciudadana ejemplar contó que llegó a una intersección de dos calles justo cuando la luz del semáforo cambiaba de verde a amarillo, y decidió continuar. Sin embargo, sintiéndose culpable por no haberse detenido, la conductora de inmediato se acercó a un puesto policial para avisar de que había violado la ley y pedir que la multaran.
Los policías contaron que jamás habían visto a nadie que pidiera ser multado, y menos por pasarse una luz amarilla.
Los gendarmes no la sancionaron porque al haber cruzado cuando la luz del semáforo aún no estaba en rojo no había infringido ninguna norma.
Siguiendo la tradición de la mayoría de los japoneses de seguir lo que manda la ley y las reglas de buena conducta, la mujer pidió la sanción, luego de narrar que pasó.
La ciudadana ejemplar contó que llegó a una intersección de dos calles justo cuando la luz del semáforo cambiaba de verde a amarillo, y decidió continuar. Sin embargo, sintiéndose culpable por no haberse detenido, la conductora de inmediato se acercó a un puesto policial para avisar de que había violado la ley y pedir que la multaran.
Los policías contaron que jamás habían visto a nadie que pidiera ser multado, y menos por pasarse una luz amarilla.
Los gendarmes no la sancionaron porque al haber cruzado cuando la luz del semáforo aún no estaba en rojo no había infringido ninguna norma.