Entusiastas de la aeronáutica descubren un secreto avión de combate de EE.UU., pero todo parece indicar que el 'secreto' ha sido 'revelado' por el Pentágono para retar a sus posibles rivales.
El hallazgo de un misterioso objeto volador en el cielo de Texas se produjo hace unas tres semanas, cuando dos aficionados de la aviación, Steve Douglas y Dean Muskett, pudieron captar imágenes de una aeronave de marcada forma militar y furtiva.
El propósito de la aeronave aún no está claro, pero las fotografías del cielo de Texas muestran que es un relativamente grande avión sigiloso, aunque ya han aparecido varias especulaciones al respecto.
Una serie de acontecimientos sugieren que EE.UU. querría que el público descubriese su secreto avión sigiloso, afirma el analista Anshel Pfeffer en un artículo publicado en 'Haaretz'.
Steve Douglas y Dean Muskett, los amigos de Texas, estaban dedicados a sacar fotos en el área del aeropuerto de Amarillo cuando los llamó un amigo, funcionario público, y les sugirió que prestasen atención a la dirección sureste. Siguiendo el consejo de este amigo, los entusiastas apuntaron sus objetivos hacia aquella dirección y observaron tres aviones. Pese a la buena visibilidad, las aeronaves no se veían, aunque su estela de vapor era bien visible. Entonces uno de los aviones se separó del grupo y bajó hasta una altura que permitió a Douglas y Muskett sacar la foto.
El avión tenía forma de 'ala volante' y se parecía a varias aeronaves de la Fuerza Aérea de EE.UU., tanto furtivas y tripuladas como drones. Inicialmente los entusiastas lo dieron por un bombardero B-2. Sin embargo, después de regresar a casa y aumentar las imágenes captadas en un ordenador, Douglas se dio cuenta de que el borde trasero de las alas estaba ligeramente redondeado, mientras que en el B-2, es perfectamente recto.
"El Pentágono no ha comentado el hallazgo; sin embargo, existen varias razones para creer que su divulgación parcial haría el juego al Gobierno de EE.UU.", sugiere Pfeffer.
El hecho de que tres aviones clasificados vuelen a plena luz del día en una popular zona de fotógrafos de aviones, la misteriosa llamada telefónica del amigo de Douglas y la declaración de la Fuerza Aérea de EE.UU. de que ningún bombardero B-2 realizó vuelos aquel día en la casilla mencionada parecen ser la prueba de un intento de presión por parte del Gobierno de EE.UU. sobre sus enemigos potenciales, especialmente sobre Rusia, concluye el autor.
El hallazgo de un misterioso objeto volador en el cielo de Texas se produjo hace unas tres semanas, cuando dos aficionados de la aviación, Steve Douglas y Dean Muskett, pudieron captar imágenes de una aeronave de marcada forma militar y furtiva.
El propósito de la aeronave aún no está claro, pero las fotografías del cielo de Texas muestran que es un relativamente grande avión sigiloso, aunque ya han aparecido varias especulaciones al respecto.
Una serie de acontecimientos sugieren que EE.UU. querría que el público descubriese su secreto avión sigiloso, afirma el analista Anshel Pfeffer en un artículo publicado en 'Haaretz'.
Steve Douglas y Dean Muskett, los amigos de Texas, estaban dedicados a sacar fotos en el área del aeropuerto de Amarillo cuando los llamó un amigo, funcionario público, y les sugirió que prestasen atención a la dirección sureste. Siguiendo el consejo de este amigo, los entusiastas apuntaron sus objetivos hacia aquella dirección y observaron tres aviones. Pese a la buena visibilidad, las aeronaves no se veían, aunque su estela de vapor era bien visible. Entonces uno de los aviones se separó del grupo y bajó hasta una altura que permitió a Douglas y Muskett sacar la foto.
El avión tenía forma de 'ala volante' y se parecía a varias aeronaves de la Fuerza Aérea de EE.UU., tanto furtivas y tripuladas como drones. Inicialmente los entusiastas lo dieron por un bombardero B-2. Sin embargo, después de regresar a casa y aumentar las imágenes captadas en un ordenador, Douglas se dio cuenta de que el borde trasero de las alas estaba ligeramente redondeado, mientras que en el B-2, es perfectamente recto.
"El Pentágono no ha comentado el hallazgo; sin embargo, existen varias razones para creer que su divulgación parcial haría el juego al Gobierno de EE.UU.", sugiere Pfeffer.
El hecho de que tres aviones clasificados vuelen a plena luz del día en una popular zona de fotógrafos de aviones, la misteriosa llamada telefónica del amigo de Douglas y la declaración de la Fuerza Aérea de EE.UU. de que ningún bombardero B-2 realizó vuelos aquel día en la casilla mencionada parecen ser la prueba de un intento de presión por parte del Gobierno de EE.UU. sobre sus enemigos potenciales, especialmente sobre Rusia, concluye el autor.