Para ayudarte a determinar si te encuentras en el camino acertado, te compartimos algunas características que definen a un emprendedor.
1. No te gusta el Status Quo
Cuestionas las normas establecidas y te preguntas por qué las cosas siempre se han hecho de una misma manera, si pueden hacerse forma diferente. No aceptas respuestas del tipo “así se ha hecho siempre”, o “por que sí”. No te limitas a pensar cómo pueden mejorar las cosas, y tomas la iniciativa para empezar con los cambios.
2. Tienes seguridad en ti mismo
Tienes seguridad en ti mismo y en lo que eres capaz de conseguir. No te gusta el pesimismo y consideras que, incluso cuando nadie crea en ti, tú vas a seguir adelante. Eres optimista sobre ti mismo y sobre casi todo lo que te rodea.
3. Tienes pasión
Te apasiona lo que haces y le dedicas todo tu tiempo y energía. Incluso si no ganas dinero, es la pasión de saber que estás haciendo lo que quieres hacer, lo que guía tu proyecto vital.
4. No aceptas un NO como respuesta
Nunca te rindes y el NO, no está entre tus planes. Nunca abandonas. Sabes que ser constante tiene su recompensa y te mantienes fiel a lo que deseas.
5. Atraes el talento
Eres sociable y tienes facilidad para desarrollar tu red de contactos. Sabes encontrar las personas adecuadas en las áreas necesarias y ,en general, tiendes a caer bien a la gente, que se acerca a ti al ver la pasión con la que te implicas en tu proyecto.
6. No has sido un empleado “cómodo”
Lo cual incluso te ha podido provocar algunos problemas en anteriores trabajos, ya que significa que ha habido veces en que has cuestionado la forma de trabajar. La iniciativa propia es una característica importante de todo emprendedor, pero no siempre es bien recibida por todos los jefes.
7. Eres competitivo por naturaleza
Te esfuerzas por ser siempre el mejor y ganar. Sabes que tú mismo eres tu mayor competencia y estás convencido de que puedes superarte y hacer mejor las cosas, en cada aspecto de tu vida.
8. Ves oportunidades en todos lados
Donde los demás ven problemas, tú ves oportunidades. Has desarrollado un instinto para detectar nichos de negocio, y las ves en todos lados. Sientes que hay muchas oportunidades rodeandote y debes elegir cautelosamente a cuál aferrarte.
9. Tienes un pensamiento lógico
Eres una persona racional, que no se deja llevar por los impulsos del momento y piensa cuidadosamente cada decisión. Además, aplicas de manera concreta tu pensamiento a la resolución de problemas, y, si pudieras hacerlo, incluso arreglarías el mundo entero con tus ideas.
10. Haces negocios desde que eras pequeño
¿Recuerdas en el colegio cuando vendías canicas? ¿O cuando llevabas revistas para tus amigos? Aprovechabas los recreos para vender todo tipo de cosas, y nunca fallabas, porque sabías exactamente lo que tu audiencia necesitaba.
Fuente: Plusemprearial.com
1. No te gusta el Status Quo
Cuestionas las normas establecidas y te preguntas por qué las cosas siempre se han hecho de una misma manera, si pueden hacerse forma diferente. No aceptas respuestas del tipo “así se ha hecho siempre”, o “por que sí”. No te limitas a pensar cómo pueden mejorar las cosas, y tomas la iniciativa para empezar con los cambios.
2. Tienes seguridad en ti mismo
Tienes seguridad en ti mismo y en lo que eres capaz de conseguir. No te gusta el pesimismo y consideras que, incluso cuando nadie crea en ti, tú vas a seguir adelante. Eres optimista sobre ti mismo y sobre casi todo lo que te rodea.
3. Tienes pasión
Te apasiona lo que haces y le dedicas todo tu tiempo y energía. Incluso si no ganas dinero, es la pasión de saber que estás haciendo lo que quieres hacer, lo que guía tu proyecto vital.
Nunca te rindes y el NO, no está entre tus planes. Nunca abandonas. Sabes que ser constante tiene su recompensa y te mantienes fiel a lo que deseas.
5. Atraes el talento
Eres sociable y tienes facilidad para desarrollar tu red de contactos. Sabes encontrar las personas adecuadas en las áreas necesarias y ,en general, tiendes a caer bien a la gente, que se acerca a ti al ver la pasión con la que te implicas en tu proyecto.
6. No has sido un empleado “cómodo”
Lo cual incluso te ha podido provocar algunos problemas en anteriores trabajos, ya que significa que ha habido veces en que has cuestionado la forma de trabajar. La iniciativa propia es una característica importante de todo emprendedor, pero no siempre es bien recibida por todos los jefes.
7. Eres competitivo por naturaleza
Te esfuerzas por ser siempre el mejor y ganar. Sabes que tú mismo eres tu mayor competencia y estás convencido de que puedes superarte y hacer mejor las cosas, en cada aspecto de tu vida.
8. Ves oportunidades en todos lados
Donde los demás ven problemas, tú ves oportunidades. Has desarrollado un instinto para detectar nichos de negocio, y las ves en todos lados. Sientes que hay muchas oportunidades rodeandote y debes elegir cautelosamente a cuál aferrarte.
9. Tienes un pensamiento lógico
Eres una persona racional, que no se deja llevar por los impulsos del momento y piensa cuidadosamente cada decisión. Además, aplicas de manera concreta tu pensamiento a la resolución de problemas, y, si pudieras hacerlo, incluso arreglarías el mundo entero con tus ideas.
10. Haces negocios desde que eras pequeño
¿Recuerdas en el colegio cuando vendías canicas? ¿O cuando llevabas revistas para tus amigos? Aprovechabas los recreos para vender todo tipo de cosas, y nunca fallabas, porque sabías exactamente lo que tu audiencia necesitaba.
Fuente: Plusemprearial.com