Un grupo soldados de las Fuerzas Armadas de Holanda confiaron su vida al conductor de un tanque de 62 toneladas, cuando este debía pasar por una prueba de calidad de frenos.
Los 23 voluntarios formaron un “muro humano” y se mantuvieron incólumes pese a que el tanque Leopard venía a toda velocidad y solo frenó justo a tiempo antes de llevárselos por delante.
Imágenes subidas a YouTube muestra el preciso instante en que la máquina está en movimiento y que en su máximo de velocidad alcanza las 42 millas por hora. También se ve la reacción de felicidad delos militares cuando por fin pueden romper filas.
Los 23 voluntarios formaron un “muro humano” y se mantuvieron incólumes pese a que el tanque Leopard venía a toda velocidad y solo frenó justo a tiempo antes de llevárselos por delante.
Imágenes subidas a YouTube muestra el preciso instante en que la máquina está en movimiento y que en su máximo de velocidad alcanza las 42 millas por hora. También se ve la reacción de felicidad delos militares cuando por fin pueden romper filas.