Un monje español lleva medio siglo levantando una gran catedral con sus propias manos.
La extraordinaria construcción de Justo Gallego Martínez, conocido como Don Justo, se encuentra en el municipio de Mejorada del Campo, a 20 kilómetros de Madrid, España.
El monje, de 88 años, emprendió su construcción en 1963 sin los permisos pertinentes, sin planos y sin dinero. Solo con fe, escribe 'The Daily Beast'.
"La principal fuente de iluminación ha sido, ante todo, la evangelización de Cristo", explica Don Justo. Su obra, que abarca una extensión de unos 8 500 metros cuadrados, la ha ido construyendo de acuerdo a una visión que dice tener solo en su cabeza, utilizando una combinación de materiales donados y reciclados en un estilo inspirado por la Basílica de Pedro y la Casa Blanca de EE.UU.
Después de 51 años de trabajo, la catedral cuenta con una biblioteca, claustros, casas de sacerdotes, baptisterio, cripta y una cúpula central (cuya construcción se prolongó 20 años) junto con dos docenas de torres más pequeñas.
El edificio incorpora ruedas de coches antiguos para dar forma a los arcos, adoquines de carretera para la plaza, y bidones vacíos de gasolina apilados en el interior de las columnas. Martínez llama a su estilo "arquitectura natural".
Pero aun queda mucho por hacer: miles de ventanas deben ser decoradas, las escaleras de caracol aún no conducen a ninguna parte, y los suelos y la cúpula gigante siguen incompletos.
La extraordinaria construcción de Justo Gallego Martínez, conocido como Don Justo, se encuentra en el municipio de Mejorada del Campo, a 20 kilómetros de Madrid, España.
El monje, de 88 años, emprendió su construcción en 1963 sin los permisos pertinentes, sin planos y sin dinero. Solo con fe, escribe 'The Daily Beast'.
"La principal fuente de iluminación ha sido, ante todo, la evangelización de Cristo", explica Don Justo. Su obra, que abarca una extensión de unos 8 500 metros cuadrados, la ha ido construyendo de acuerdo a una visión que dice tener solo en su cabeza, utilizando una combinación de materiales donados y reciclados en un estilo inspirado por la Basílica de Pedro y la Casa Blanca de EE.UU.
Después de 51 años de trabajo, la catedral cuenta con una biblioteca, claustros, casas de sacerdotes, baptisterio, cripta y una cúpula central (cuya construcción se prolongó 20 años) junto con dos docenas de torres más pequeñas.
Pero aun queda mucho por hacer: miles de ventanas deben ser decoradas, las escaleras de caracol aún no conducen a ninguna parte, y los suelos y la cúpula gigante siguen incompletos.