Estudio de la Universidad de Nebraska, Estados Unidos, revela que los hombres divorciados tienen más probabilidades de tener enfermedades del corazón, presión arterial alta y accidentes cerebrovasculares que los casados. Y son 39% más propensos a cometer suicidio, según un estudio
De acuerdo con la investigación publicada en la revista Journal of Men’s Health, los hombres divorciados corren mayor riesgo en su salud debido a que, inicialmente, se involucran o desarrollan conductas de alto riesgo que dañan su salud.
Según el doctor Daniel Felix, investigador de la Universidad, “aquellos hombres cuyos matrimonios terminan, tienen mayores tasas de mortalidad, de abuso de sustancias y depresión, ya que menudo carecen de apoyo social.
Los padecimientos más comunes en los hombres divorciados son:
1. Estrés
2. Ansiedad
3. Depresión
4. Sobrepeso
5. Afectaciones hepáticas (inflamación y/o acumulación de grasa)
Al respecto, Ridwan Shabsigh, profesor de la Universidad de Cornell, Estados Unidos, reitera que en su gran mayoría estos padecimientos tienen un origen psicológico, por lo que los hombres divorciados requieren tanto de terapias, como de orientación respecto a una mejor nutrición, actividad física y descanso.
De acuerdo con la investigación publicada en la revista Journal of Men’s Health, los hombres divorciados corren mayor riesgo en su salud debido a que, inicialmente, se involucran o desarrollan conductas de alto riesgo que dañan su salud.
Según el doctor Daniel Felix, investigador de la Universidad, “aquellos hombres cuyos matrimonios terminan, tienen mayores tasas de mortalidad, de abuso de sustancias y depresión, ya que menudo carecen de apoyo social.
Los padecimientos más comunes en los hombres divorciados son:
1. Estrés
2. Ansiedad
3. Depresión
4. Sobrepeso
5. Afectaciones hepáticas (inflamación y/o acumulación de grasa)
Al respecto, Ridwan Shabsigh, profesor de la Universidad de Cornell, Estados Unidos, reitera que en su gran mayoría estos padecimientos tienen un origen psicológico, por lo que los hombres divorciados requieren tanto de terapias, como de orientación respecto a una mejor nutrición, actividad física y descanso.