Cuando los médicos le dijeron que podría morir en cuestión de meses, Helen Fawkes decidió centrarse solo en vivir. Ir a Nepal, ver el amanecer en Stonehenge y viajar al espacio son algunos de los 50 últimos deseos de esta enferma de cáncer terminal.
Los doctores le diagnosticaron cáncer de ovario por tercera vez hace menos de un año. Le dijeron que no se recuperaría y podría morir en cuestión de meses.
La noticia fue un golpe muy duro para Helen Fawkes, corresponsal de la cadena BBC. Sin embargo, se propuso exprimir hasta la última gota de alegría de la vida. Sentada en la sala de espera de un hospital londinense comenzó a escribir una lista de 50 deseos que estaba decidida a hacer realidad antes de morir.
"Podría estar muerta dentro de seis meses, pero con un poco de suerte me quedan todavía cinco años de vida", escribió en el diario británico 'The Daily Mail' la periodista, que asegura que "saber que la muerte es inminente le da todavía más valor a la vida".
La lista incluye todo tipo de deseos, algunos bastante descabellados, como organizar una fiesta en un castillo o viajar al espacio. A pesar de ello y consciente de que el tiempo corre en su contra, está dispuesta a cumplirlos todos con el apoyo de sus amigos y familiares.
"Aunque estoy soltera, no he perdido la esperanza de encontrar a la pareja perfecta. Mi lista incluye ¡casarme!'', escribió.
Aunque a Helen le dan miedo los tiburones también se ha propuesto nadar con ellos.
"Algunos de mis sueños suponen un despilfarro de dinero, otros, en cambio, son pequeños y poco ambiciosos", subrayó la enferma de cáncer, que publicó la lista entera en su blog. Ya ha cumplido 10 de los deseos, entre ellos comprar una casa, ir a comer a París y ser modelo.
"Me acabo de someter a una nueva sesión de quimioterapia para el nuevo tumor. Ha sido horrible, como siempre […]. Sin embargo, me alegro de tener opciones todavía. Me alegro de seguir viva", escribió.
Todo es urgente, dice Helen, pero en lugar de apresurarse por ir tachando deseos, prefiere ir saboreando cada nuevo placer al máximo.
"Ya han pasado diez meses desde que dictaron mi sentencia de muerte. Y ahora alzo una copa rebosante de champán para brindar por los próximos cuatro años y pico. Sé que van a ser increíbles".
"Como se suele decir, lo importante no son los años de vida, sino la vida de los años", dice Helen.
Los doctores le diagnosticaron cáncer de ovario por tercera vez hace menos de un año. Le dijeron que no se recuperaría y podría morir en cuestión de meses.
La noticia fue un golpe muy duro para Helen Fawkes, corresponsal de la cadena BBC. Sin embargo, se propuso exprimir hasta la última gota de alegría de la vida. Sentada en la sala de espera de un hospital londinense comenzó a escribir una lista de 50 deseos que estaba decidida a hacer realidad antes de morir.
"Podría estar muerta dentro de seis meses, pero con un poco de suerte me quedan todavía cinco años de vida", escribió en el diario británico 'The Daily Mail' la periodista, que asegura que "saber que la muerte es inminente le da todavía más valor a la vida".
La lista incluye todo tipo de deseos, algunos bastante descabellados, como organizar una fiesta en un castillo o viajar al espacio. A pesar de ello y consciente de que el tiempo corre en su contra, está dispuesta a cumplirlos todos con el apoyo de sus amigos y familiares.
Aunque a Helen le dan miedo los tiburones también se ha propuesto nadar con ellos.
"Algunos de mis sueños suponen un despilfarro de dinero, otros, en cambio, son pequeños y poco ambiciosos", subrayó la enferma de cáncer, que publicó la lista entera en su blog. Ya ha cumplido 10 de los deseos, entre ellos comprar una casa, ir a comer a París y ser modelo.
"Me acabo de someter a una nueva sesión de quimioterapia para el nuevo tumor. Ha sido horrible, como siempre […]. Sin embargo, me alegro de tener opciones todavía. Me alegro de seguir viva", escribió.
Todo es urgente, dice Helen, pero en lugar de apresurarse por ir tachando deseos, prefiere ir saboreando cada nuevo placer al máximo.
"Ya han pasado diez meses desde que dictaron mi sentencia de muerte. Y ahora alzo una copa rebosante de champán para brindar por los próximos cuatro años y pico. Sé que van a ser increíbles".
"Como se suele decir, lo importante no son los años de vida, sino la vida de los años", dice Helen.