Que un hombre reciba cientos de mensajes en su móvil por parte de una mujer, con más de 12.000 (DOCE MIL) palabras, no está considerado acoso. ¿Si esto fuera la revés que pasaría?
Que un hombre sufra el asedio y hostigamiento diario, con más de 17 mensajes diarios en su móvil de trabajo, y que por obligación debe de llevar consigo, NO se considera acoso.
Miles de situaciones como ésta están sufriendo los hombres por una ley injusta, desproporcionada y desigual, que trata diferente a las personas según sea su sexo. Tanto la Ley, como el Defensor del Pueblo se pasan la pelota si el que sufre estos problemas es un varón.
Peor lo están pasando quienes sufren directamente en sus carnes el maltrato y las denuncias falsas por mujeres que saben que la ley está de su parte. ¿Cuántas mujeres han sido detenidas por acusar en falso? Ninguna. A una mujer le basta con no tener propiedades a su nombre para pasarse las sentencias que le puedan caer por el lado oscuro y continuar impunemente con sus abusos.
Desde 2.007 el gobierno SOLO difunde las victimas de mujeres por agresiones de sus cónyuges ¿esto es igualdad? ¿Por qué las muertes de las mujeres sí y la de los hombres no? La manipulación de los medios de comunicación es patente. La ley estigmatiza a miles de hombres y es producto de la “dictadura” del “feminismo radical” es decir, el machismo ejercido por mujeres.
Una gran parte de los 3.716 varones que se suicidaron en el 2.006 lo hicieron presuntamente por efecto de la “discriminación de la Ley contra la Violencia del Género”, por hechos muy parecidos al ocurrido en Tenerife, donde acusaron a un chico de matar y violar a una hija de su cónyuge erróneamente.
Cada semana ocurren casos terribles de hombres que son acusados falsamente por sus parejas y como consecuencia, se quedan sin hijos, sin casa y sin futuro. La normativa vigente se basa en que, la gravedad del acto cometido no lo aporta el contenido del propio acto ilícito sino la pertenencia al género masculino.
Si una mujer denuncia a un hombre por maltrato, lo primero que indica el protocolo es, detener inmediatamente y esposar. ¡Esto es inadmisible e intolerable!. Sobre 10.000 casos en 2.008 calificados como violencia de género, 9.814 fueron debidas a conflictos entre iguales en litigios de separación, lo que derivó en que el 90% de las mismas fueron archivadas o acabaran en absolución, pero el trago sufrido por la persona detenida y esposada, cuando no en prisión preventiva, no se lo restituye nadie.
Y no te quejes. En la memoria está el caso de una juez de Santander a la que multaron con 3.000 euros por criticar la ley y señalar los casos de abusos que generaba.
Revisar la Ley es ya una cuestión de Justicia y de racionalidad. Es necesario acabar con este doble rasero porque todos somos “personas” y por lo tanto iguales ante la ley. Consideramos que ha llegado el momento de cambiar la ley para establecer la igualdad en las penas, con independencia del sexo de la persona que las haya cometido, y entonces sí podremos hablar de una “Ley de Igualdad”.
Leer mas en: amd.org.es
Que un hombre sufra el asedio y hostigamiento diario, con más de 17 mensajes diarios en su móvil de trabajo, y que por obligación debe de llevar consigo, NO se considera acoso.
Miles de situaciones como ésta están sufriendo los hombres por una ley injusta, desproporcionada y desigual, que trata diferente a las personas según sea su sexo. Tanto la Ley, como el Defensor del Pueblo se pasan la pelota si el que sufre estos problemas es un varón.
Peor lo están pasando quienes sufren directamente en sus carnes el maltrato y las denuncias falsas por mujeres que saben que la ley está de su parte. ¿Cuántas mujeres han sido detenidas por acusar en falso? Ninguna. A una mujer le basta con no tener propiedades a su nombre para pasarse las sentencias que le puedan caer por el lado oscuro y continuar impunemente con sus abusos.
Desde 2.007 el gobierno SOLO difunde las victimas de mujeres por agresiones de sus cónyuges ¿esto es igualdad? ¿Por qué las muertes de las mujeres sí y la de los hombres no? La manipulación de los medios de comunicación es patente. La ley estigmatiza a miles de hombres y es producto de la “dictadura” del “feminismo radical” es decir, el machismo ejercido por mujeres.
Una gran parte de los 3.716 varones que se suicidaron en el 2.006 lo hicieron presuntamente por efecto de la “discriminación de la Ley contra la Violencia del Género”, por hechos muy parecidos al ocurrido en Tenerife, donde acusaron a un chico de matar y violar a una hija de su cónyuge erróneamente.
Cada semana ocurren casos terribles de hombres que son acusados falsamente por sus parejas y como consecuencia, se quedan sin hijos, sin casa y sin futuro. La normativa vigente se basa en que, la gravedad del acto cometido no lo aporta el contenido del propio acto ilícito sino la pertenencia al género masculino.
Si una mujer denuncia a un hombre por maltrato, lo primero que indica el protocolo es, detener inmediatamente y esposar. ¡Esto es inadmisible e intolerable!. Sobre 10.000 casos en 2.008 calificados como violencia de género, 9.814 fueron debidas a conflictos entre iguales en litigios de separación, lo que derivó en que el 90% de las mismas fueron archivadas o acabaran en absolución, pero el trago sufrido por la persona detenida y esposada, cuando no en prisión preventiva, no se lo restituye nadie.
Y no te quejes. En la memoria está el caso de una juez de Santander a la que multaron con 3.000 euros por criticar la ley y señalar los casos de abusos que generaba.
Revisar la Ley es ya una cuestión de Justicia y de racionalidad. Es necesario acabar con este doble rasero porque todos somos “personas” y por lo tanto iguales ante la ley. Consideramos que ha llegado el momento de cambiar la ley para establecer la igualdad en las penas, con independencia del sexo de la persona que las haya cometido, y entonces sí podremos hablar de una “Ley de Igualdad”.
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