Un grupo de investigadores han encontrado el primer caso definitivo de tumor óseo de la historia. Lo han localizado en una de las costillas de un joven neandertal que vivió hace 120.000 años en la Cueva de Kaprina, en la actual Croacia.
El hallazgo, que ha sido anunciado por un equipo internacional de especialistas dirigido por la paleoantropóloga Janet Monge, se incluye dentro de un trabajo titulado «La displasia fibrosa en un Neandertal de más de 120.000 años de edad en Kaprina, Croacia», publicado en la revista científica digital Plos One.
Encontrar este tipo de tumores en los fósiles de la evolución humana y en los registros arqueológicos es excepcionalmente raro, sobre todo cuando los más antiguos que se tenían hasta la fecha se databan de entre los 1.000 y los 4.000 años. De hecho, los tumores óseos primarios resultan extraños entre la población moderna, por lo que haberlo encontrado se trata de un descubrimiento único.
A partir de diversas pruebas, los investigadores identificaron una displasia fibrosa, el tumor óseo benigno más común en seres humanos, localizada en un fragmento de costilla izquierda que mide unos 30 milímetros de largo. A juzgar por su tamaño, pertenecía a un neandertal varón y joven, seguramente adolescente. A pesar de que falleció joven, la falta de otros fósiles pertenecientes a este individuo hace imposible que se pueda saber si falleció a causa de la citada patología, según ha asegurado la doctora Monge. LEER MAS
El hallazgo, que ha sido anunciado por un equipo internacional de especialistas dirigido por la paleoantropóloga Janet Monge, se incluye dentro de un trabajo titulado «La displasia fibrosa en un Neandertal de más de 120.000 años de edad en Kaprina, Croacia», publicado en la revista científica digital Plos One.
Encontrar este tipo de tumores en los fósiles de la evolución humana y en los registros arqueológicos es excepcionalmente raro, sobre todo cuando los más antiguos que se tenían hasta la fecha se databan de entre los 1.000 y los 4.000 años. De hecho, los tumores óseos primarios resultan extraños entre la población moderna, por lo que haberlo encontrado se trata de un descubrimiento único.
A partir de diversas pruebas, los investigadores identificaron una displasia fibrosa, el tumor óseo benigno más común en seres humanos, localizada en un fragmento de costilla izquierda que mide unos 30 milímetros de largo. A juzgar por su tamaño, pertenecía a un neandertal varón y joven, seguramente adolescente. A pesar de que falleció joven, la falta de otros fósiles pertenecientes a este individuo hace imposible que se pueda saber si falleció a causa de la citada patología, según ha asegurado la doctora Monge. LEER MAS