Es muy común que uno se sienta habilitado para devorar sin culpas toda clase de alimentos “0% grasa” (fat free en inglés).
Mucha gente los consume porque piensa que, mágicamente, perderá peso.
El problema es que, al quitar la grasa, gran parte del sabor original de estos productos es removido, lo cual obliga a los fabricantes a agregar azúcar y toda clase de químicos de origen dudoso.
Mucha gente los consume porque piensa que, mágicamente, perderá peso.
El problema es que, al quitar la grasa, gran parte del sabor original de estos productos es removido, lo cual obliga a los fabricantes a agregar azúcar y toda clase de químicos de origen dudoso.
Por eso, los alimentos 0% grasa pueden ser peores que los comunes.