Una increíble historia vivió Stephanie Decker, una madre estadounidense que hasta hoy es considerada una héroe. Es que ella fue capaz de sacrificar sus piernas por salvar a sus hijos Dominic, de 9 años, y Reese, de 6 años, esto cuando en marzo pasado 36 personas murieron en Indiana, por un tornado de 280 kilómetros por hora que azotó su estado.
Stephanie estaba sola con sus hijos en la enorme casa de dos pisos que había mandado a construir con su marido, Joe. Cuando él vio que éste iba directo a su familia, no tardó en llamar a Stephanie para que se protegiera lo antes posible. Asustada, la mujer tomó a sus dos hijos y bajó hasta el sótano. Una vez abajo, cubrió a sus hijos con una manta y luego se lanzó sobre ellos para protegerlos de cualquier peligro.
“¡Mamá, no puedo vivir sin ti! ¡No quiero morir! ¡Por favor, no me dejes morir!”, gritaban los niños bajo su madre, al tiempo que las vigas, muebles, pilares golpeaban a Stephanie. Para cuando pudo tomar conciencia de su propio cuerpo, notó que una de sus piernas parecía haber sido cortada y la otra, aplastada. A esto se sumó la fractura de siete costillas y un pulmón perforado.
Stephanie no podía moverse, y tampoco sabía si podría conseguir ayuda pronto y temió que moriría desangrada en su sótano, ahora expuesto al aire. Fue Dominic el que se armó de valor para salir en busca de ayuda para su mamá.
Mientras, Stephanie usó la frazada con la que había protegido a sus hijos para hacer un torniquete en la pierna que claramente estaba cortada. Pero pronto llegó su hijo con un vecino que usó su cinturón para atar más fuerte la extremidad cercenada, y que buscó a tiempo una ambulancia. Stephanie estaba a salvo.
Ya poco importaba que perdiera la pierna izquierda por sobre la rodilla, y la otra, debiera ser amputada desde el tobillo. “Quiero que estos niños tengan una madre y no quería que crecieran sin mí”, relató la mujer. “Fue por instintos, y fue por proteger a mis hijos”, subrayó la madre coraje. Fuente: rpp.com.pe -->
Stephanie estaba sola con sus hijos en la enorme casa de dos pisos que había mandado a construir con su marido, Joe. Cuando él vio que éste iba directo a su familia, no tardó en llamar a Stephanie para que se protegiera lo antes posible. Asustada, la mujer tomó a sus dos hijos y bajó hasta el sótano. Una vez abajo, cubrió a sus hijos con una manta y luego se lanzó sobre ellos para protegerlos de cualquier peligro.
“¡Mamá, no puedo vivir sin ti! ¡No quiero morir! ¡Por favor, no me dejes morir!”, gritaban los niños bajo su madre, al tiempo que las vigas, muebles, pilares golpeaban a Stephanie. Para cuando pudo tomar conciencia de su propio cuerpo, notó que una de sus piernas parecía haber sido cortada y la otra, aplastada. A esto se sumó la fractura de siete costillas y un pulmón perforado.
Stephanie no podía moverse, y tampoco sabía si podría conseguir ayuda pronto y temió que moriría desangrada en su sótano, ahora expuesto al aire. Fue Dominic el que se armó de valor para salir en busca de ayuda para su mamá.
Mientras, Stephanie usó la frazada con la que había protegido a sus hijos para hacer un torniquete en la pierna que claramente estaba cortada. Pero pronto llegó su hijo con un vecino que usó su cinturón para atar más fuerte la extremidad cercenada, y que buscó a tiempo una ambulancia. Stephanie estaba a salvo.
Ya poco importaba que perdiera la pierna izquierda por sobre la rodilla, y la otra, debiera ser amputada desde el tobillo. “Quiero que estos niños tengan una madre y no quería que crecieran sin mí”, relató la mujer. “Fue por instintos, y fue por proteger a mis hijos”, subrayó la madre coraje. Fuente: rpp.com.pe -->
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