Susurró el niño –Dios, háblame.- Y cantó una alondra del prado.
El niño no lo oyó.
Entonces grito el niño: –¡Dios, háblame!- Y los truenos retumbaron en el cielo.
Pero el niño no escucho.
El niño miró a su alrededor y dijo - Dios, deja que te vea.- Y una estrella brilló más que las demás.
Pero el niño no se dio cuenta.
Y el niño gritó: - ¡Dios, muéstrame un milagro!- Y una vida nació pero el niño no se enteró.
Entonces el niño dio un llanto de desesperación, ¡Tócame, o Dios, y muéstrame
que estas aquí! Con lo cual Dios se estiró y tocó al niño.
Pero el niño espantó la mariposa Y se fue ignorante.
El niño no lo oyó.
Entonces grito el niño: –¡Dios, háblame!- Y los truenos retumbaron en el cielo.
Pero el niño no escucho.
El niño miró a su alrededor y dijo - Dios, deja que te vea.- Y una estrella brilló más que las demás.
Pero el niño no se dio cuenta.
Y el niño gritó: - ¡Dios, muéstrame un milagro!- Y una vida nació pero el niño no se enteró.
Entonces el niño dio un llanto de desesperación, ¡Tócame, o Dios, y muéstrame
que estas aquí! Con lo cual Dios se estiró y tocó al niño.
Pero el niño espantó la mariposa Y se fue ignorante.
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