De un doble amanecer a un doble atardecer, el espectáculo ocurre una y otra vez. Algunas veces el sol naranja sale primero, otras el rojo, aunque nunca están muy lejos en el horizonte y se les puede ver moviéndose y proyectando una doble sombra en el firmamento y, periódicamente, cruzando uno justo frente al otro.
Así sería la vida, si la hubiera, en la reciente adición a la lista de los planetas extraños que existen en los límites de nuestro sistema solar.
Este es el primero, dicen los astrónomos, al que se ha visto orbitar al mismo tiempo a dos estrellas, rotando a unos 105 millones de kilómetros de distancia de un par de soles que orbitan en torno a sí mismos mucho más cerca.
Un equipo de astrónomos, con ayuda del observatorio espacial Kepler de la NASA, anunció el descubrimiento en un documento publicado en línea por la revista "Science", y en una plática desde Jackson Hole, Wyoming.
De momento, los científicos le han dado el nombre de Kepler-16 B, según la nomenclatura del Sistema Astronómico Internacional, pero informalmente lo denominan Tatooine, planeta donde vivían Luke y Anakin Skywalker, protagonistas de la saga "Star Wars" del cineasta George Lucas, que también tenía dos soles.
"La realidad al fin alcanzó a la ciencia ficción", manifestó Alan P. Boss, de la Institución Carnegie, integrante del equipo investigador.
Aunque se sospechaba que sistemas de estrellas dobles (circumbinarios) podrían albergar planetas, esos cuerpos más pequeños nunca habían sido vistos. "Esta es la primera detección directa, despeja toda duda", dijo el doctor Laurance Doyle, del Instituto SETI en Mountain View, California, líder del equipo.
Más allá del factor de asombro, los astrónomos indican que el descubrimiento -como el de otros exoplanetas- pone una cuña en el engranaje de una aceptada teoría de cómo se pueden formar los planetas y cómo no.
"En otras palabras", dijo Sara Seager, experta planetaria del Instituto de Tecnología de Massachusetts, "la gente no sabe realmente cómo se formó este planeta".
Desde hace tiempo se piensa que para que su órbita sea estable un planeta que pertenezca al mismo tiempo a dos estrellas debería estar por lo menos siete veces tan lejos de las estrellas como éstas lo estén una de otra.
De acuerdo con eso, Kepler-16 B tendría que estar por lo menos al doble de distancia de la que está para sobrevivir. "Este planeta rompió la regla", dijo la investigadora.
Más aún, como los dos soles se eclipsan el uno al otro, eso permite por primera vez mediciones bien precisas de la masa, el radio y las trayectorias de los tres cuerpos en el sistema.
Tatooine es probablemente una bola de gas más o menos del tamaño de Saturno, aunque tiene una densidad superior del promedio, a unos 200 años luz de la Tierra, en la constelación Cygnus.
A diferencia de Tatooine, el planeta es frío, gaseoso y no parece que se den las condiciones para albergar vida.
Los dos soles completan su órbita entre sí cada 41 días formando dos eclipses cada mes. Kepler-16 B viaja en una órbita casi circular de 229 días alrededor de sus dos estrellas.
Así sería la vida, si la hubiera, en la reciente adición a la lista de los planetas extraños que existen en los límites de nuestro sistema solar.
Este es el primero, dicen los astrónomos, al que se ha visto orbitar al mismo tiempo a dos estrellas, rotando a unos 105 millones de kilómetros de distancia de un par de soles que orbitan en torno a sí mismos mucho más cerca.Un equipo de astrónomos, con ayuda del observatorio espacial Kepler de la NASA, anunció el descubrimiento en un documento publicado en línea por la revista "Science", y en una plática desde Jackson Hole, Wyoming.
De momento, los científicos le han dado el nombre de Kepler-16 B, según la nomenclatura del Sistema Astronómico Internacional, pero informalmente lo denominan Tatooine, planeta donde vivían Luke y Anakin Skywalker, protagonistas de la saga "Star Wars" del cineasta George Lucas, que también tenía dos soles.
"La realidad al fin alcanzó a la ciencia ficción", manifestó Alan P. Boss, de la Institución Carnegie, integrante del equipo investigador.
Aunque se sospechaba que sistemas de estrellas dobles (circumbinarios) podrían albergar planetas, esos cuerpos más pequeños nunca habían sido vistos. "Esta es la primera detección directa, despeja toda duda", dijo el doctor Laurance Doyle, del Instituto SETI en Mountain View, California, líder del equipo.
Más allá del factor de asombro, los astrónomos indican que el descubrimiento -como el de otros exoplanetas- pone una cuña en el engranaje de una aceptada teoría de cómo se pueden formar los planetas y cómo no.
"En otras palabras", dijo Sara Seager, experta planetaria del Instituto de Tecnología de Massachusetts, "la gente no sabe realmente cómo se formó este planeta".
Desde hace tiempo se piensa que para que su órbita sea estable un planeta que pertenezca al mismo tiempo a dos estrellas debería estar por lo menos siete veces tan lejos de las estrellas como éstas lo estén una de otra.
De acuerdo con eso, Kepler-16 B tendría que estar por lo menos al doble de distancia de la que está para sobrevivir. "Este planeta rompió la regla", dijo la investigadora.
Más aún, como los dos soles se eclipsan el uno al otro, eso permite por primera vez mediciones bien precisas de la masa, el radio y las trayectorias de los tres cuerpos en el sistema.
Tatooine es probablemente una bola de gas más o menos del tamaño de Saturno, aunque tiene una densidad superior del promedio, a unos 200 años luz de la Tierra, en la constelación Cygnus.
A diferencia de Tatooine, el planeta es frío, gaseoso y no parece que se den las condiciones para albergar vida.
Los dos soles completan su órbita entre sí cada 41 días formando dos eclipses cada mes. Kepler-16 B viaja en una órbita casi circular de 229 días alrededor de sus dos estrellas.
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