TrES-2b, el exoplaneta tostado. Un grano de café en medio de la nada sideral. Un trago fuerte e hirviente. Hace una semana no se habla de otra cosa que de este planeta negro descubierto por el telescopio Kepler de la NASA, de esta bola de piedras carbonizadas que refleja sólo el 1% de los rayos de su sol, del gigante gaseoso, de la boca oscura del infierno a 750 millones de años luz de la Tierra.
“Visto lo visto, el TrES-2b es bastante menos reflectante que la pintura acrílica negra, así que puede decirse que es un mundo alien, sumamente extraño”, dice el reconocido astrónomo David Kipping.
Tanto ruido con el planeta negro y tan pocas nueces con Gliese 581d, de quien los científicos del Instituto Pierre Simon Laplace, en París, creen que puede albergar agua líquida y, por qué no, formas de vida. “No estamos seguros, por supuesto, pero pensamos que es el primer planeta rocoso adecuado para el agua líquida”, se lee en la revista especializada Astrophysical Journal Letters.
Gliese 581d, de quien no se habló lo suficiente en mayo pasado, cuando apareció el artículo de la susodicha publicación, está situado a 20 años luz de la Tierra, fuera de nuestro sistema solar pero con las condiciones adecuadas para que en su superficie se desarrolle vida tal y como la conocemos.
Según el científico François Forget, “con una atmósfera densa de dióxido de carbono, Gliese 581d pudiera albergar un clima compatible con el agua en estado líquido, lo suficientemente caliente para que en él halla mares, nubes y lluvias”.
Tanto ruido con el planeta negro y tan pocas nueces con Gliese 581d, de quien los científicos del Instituto Pierre Simon Laplace, en París, creen que puede albergar agua líquida y, por qué no, formas de vida. “No estamos seguros, por supuesto, pero pensamos que es el primer planeta rocoso adecuado para el agua líquida”, se lee en la revista especializada Astrophysical Journal Letters.
Gliese 581d, de quien no se habló lo suficiente en mayo pasado, cuando apareció el artículo de la susodicha publicación, está situado a 20 años luz de la Tierra, fuera de nuestro sistema solar pero con las condiciones adecuadas para que en su superficie se desarrolle vida tal y como la conocemos.
Según el científico François Forget, “con una atmósfera densa de dióxido de carbono, Gliese 581d pudiera albergar un clima compatible con el agua en estado líquido, lo suficientemente caliente para que en él halla mares, nubes y lluvias”.
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