Lo que es un sueño para casi todos los padres, Susan Maushart lo hizo realidad. Desconectó a sus hijos de la tecnología durante seis meses. Televisión, Internet, iPods, celulares y videojuegos dejaron de verse y sonar en la casa. Incluso ella dejo de llevar su iPhone hasta el baño.
Durante ese tiempo, las noches se volvieron más tranquilas, pues no se volvió a ver el destello de la televisión en la sala y se dejo de escuchar todo tipo de sonido de aparato electrónico.
Maushart está sorprendida de “El Experimento”, ella y sus hijos volvieron a gozar de los momentos más simples en familia, juegos de tablero, libros, fotos viejas, cenas familiares.
Sus hijos volvieron a retomar las actividades que tenían antes de volverse adictos a la Tecnología.
Tal es el caso de Billy, que ocupada la mayor tiempo en sus videojuegos, y lo cambio por pasar su tiempo libre tocando el Saxofón. Para Billy sabía que tarde o temprano volvería a la música y que “El Experimento” fue meramente la chispa.
Anni, la hija mayor, casi no hacía uso de internet, y la pasaba más tiempo leyendo, lo que para ella fue más fácil llevar a cabo el reto. Sin embargo a Sussy, la hija menor tuvo más dificultad al desprenderse la tecnología.
Maushart está sorprendida de “El Experimento”, ella y sus hijos volvieron a gozar de los momentos más simples en familia, juegos de tablero, libros, fotos viejas, cenas familiares.
Sus hijos volvieron a retomar las actividades que tenían antes de volverse adictos a la Tecnología.
Tal es el caso de Billy, que ocupada la mayor tiempo en sus videojuegos, y lo cambio por pasar su tiempo libre tocando el Saxofón. Para Billy sabía que tarde o temprano volvería a la música y que “El Experimento” fue meramente la chispa.
Anni, la hija mayor, casi no hacía uso de internet, y la pasaba más tiempo leyendo, lo que para ella fue más fácil llevar a cabo el reto. Sin embargo a Sussy, la hija menor tuvo más dificultad al desprenderse la tecnología.
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