Ir al contenido principal

Las tres rejas: La leyenda de porque muchas cosas no se deben decir

Esta es la leyenda de las tres rejas que nos enseñara que si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, algo que se baya a decir es mejor que lo sepultemos en el olvido.
El joven discípulo de un filósofo sabio le dijo:

—Maestro, un amigo suyo estuvo hablando
de usted con malevolencia.
—¡Espera! —lo interrumpió el filósofo —.

¿Ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a
contarme?

—¿Las tres rejas?

—Sí. La primera es la reja de la verdad.
¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es
absolutamente cierto?
—No; lo oí comentar a unos vecinos.

—Entonces al menos lo habrás hecho pasar
por la segunda reja, que es la bondad.
Esto que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?
—No, en realidad no. Al contrario...

— ¡Vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es
necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?
—A decir verdad, no.

—Entonces —dijo el sabio sonriendo —, si
no es verdadero, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo
en el olvido.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Quieres saber por que y de donde viene el nombre de soy402.com???

Inicia en Internet a explorar como hacer paginas web (Blogger), por el interés que tenía de aprender más sobre el mundo de la informática, y sobre el diseño de páginas web, (Blogger), luego me di cuenta que tenía en mis manos la forma de ayudar a los demás y a mi comunidad en especial. Siempre me he quejado de que en la web solo hay contenido muy poco sanos y de muy poca ayudad a la personas, especialmente a los jóvenes, por eso decidí hacer la diferencia. Soy402.com-La Nueva Generación nace con la intención de mostrar que el internet especialmente las redes sociales, no solo podía ser para corromper la sociedad (chismes, acoso, incitar a la violencia, al sexo, al consumo de alcohol...), sino que estas pueden usarse como una forma de llevar ayuda e información a la sociedad en general, convicción que me ha llevado a proponerme este idear como una meta a seguir, y que hoy en día en este mismo ínstate mientras usted lee esta líneas a alguien esta página le ha servido de fuente de in

Independencia Dominicana - Un hermoso poema

Al grito libertario coronado de glorias la humillante presencia de botas opresoras desterramos al fin en la puerta sagrada de la misericordia plasmadas en las letras brillantes de la historia juraron los patricios libertad o morir. Retumba el trabucazo en las manos de mella que inicia la epopeya de la emancipación anunciándole al mundo que ha nacido Quisqueya libre dominicana y orgullosa nación. Los ríos se tiñeron con sangre vengadora pues con ella pagaron su larga sumisión de este pueblo indomable que en guerra redentora es libre como el viento y el yugo que desdora de su odiada cadena con furia destructora desde entonces y por siempre rompió todo eslabón. Inmenso el heroísmo ese día de febrero veintisiete … el honor pudimos recobrar al izar la bandera como pájaro en vuelo remontando los cielos de la gloria inmortal. Gracias eximios

Todos los detalles sobre la casa del kilómetro 5 en la vega

Probablemente nadie del Cibao logró llegar a la juventud sin anidar en su interior el terror que sus mayores le infundieron sobre la “Casa Embrujada” de la autopista Duarte, “donde los más valientes que intentaron dormir alguna vez amanecieron tirados, y sin explicación, en medio de la carretera”. En campos, como Tireo, Constanza, donde el servicio de electricidad tardó en llegar hasta 1987, los ancianos dejaban en vilo las noches frías de los pequeños con diversas historias de terror sobre la vivienda de leyenda. Pero a la casa, localizada en un pequeño alto de la autopista, mirando hacia el valle de La Vega, parece que le llegó el fin de su misterio. Decenas de niños de los barrios más cercanos se acercan y entran a la vivienda en los últimos días, inspirados en la curiosidad de encontrarse de frente con algún fantasma u otra experiencia de carácter extrasensorial. La mayoría se mofa del supuesto misterio y algunos conductores se empiezan a detener en la autopista para saltar la