¿Es posible que la respuesta al perenne problema de hacer que los niños coman sus vegetales esté en "comer sin pensar"? La mayoría de los padres experimentan momentos de tensión, casi un pulso, a la hora de la comida al intentar que sus retoños coman la espinaca, zanahoria o coliflor.
Un sólo arbolito de brócoli puede llegar a ser un obstáculo con el poder de detener las vidas de todos los miembros de la familia por un momento que puede parecer eterno.
Sin embargo, de acuerdo con una experta, aprovechar un mal de comida puede ser el truco para que los niños se coman "lo verde" del plato.
"Comer sin pensar" es ingerir alimentos sin registrar realmente lo que entra por la boca.
Un sólo arbolito de brócoli puede llegar a ser un obstáculo con el poder de detener las vidas de todos los miembros de la familia por un momento que puede parecer eterno.
Sin embargo, de acuerdo con una experta, aprovechar un mal de comida puede ser el truco para que los niños se coman "lo verde" del plato.
"Comer sin pensar" es ingerir alimentos sin registrar realmente lo que entra por la boca.
Y según Jane Ogden, profesora de psicología de la salud de la universidad de Surrey y autora del libro The Good Parenting Food Guide, prácticamente todo el mundo lo hace en algún momento.
Es la razón por la que muchas personas comen de más pues engullen despistados lo que está enfrente, independientemente de lo que sea, del tamaño de la porción e incluso de cuánta hambre tienen.
Es la razón por la que muchas personas comen de más pues engullen despistados lo que está enfrente, independientemente de lo que sea, del tamaño de la porción e incluso de cuánta hambre tienen.
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