En tiempos en que se proyecta la depresión como la segunda enfermedad más importante para el 2020, es difícil imaginar que la felicidad sea una meta a la que es posible llegar. Y es por eso que han surgido desde distintas partes del mundo, múltiples organizaciones y pensadores que buscan expandir conocimientos y difundir hábitos para no ser presa del estrés, la ansiedad y la tristeza.
“Aunque no podemos siempre controlar lo que sucede en la vida, es bueno saber que podemos controlar cómo lidiamos con ella, que podemos encontrar maneras de crear la mejor vida posible”, se señala en el sitio web de Proyect Happiness.
Esta es un organización enfocada a un único objetivo: ser feliz, y para eso, utiliza el aprendizaje emocional y social, que, como cuentan, ya se practica en países como Canadá, India, Nigeria y Australia, entre otros. La idea, es utilizar la psicología positiva, y el desarrollo de las habilidades sociales y emocionales, destacando la gratitud y la compasión, como elementos clave para alcanzar un estado de felicidad.
Junto con eso, su fundadora, Randy Taran, publica periódicamente distintas columnas y consejos en medios de Estados Unidos, y hasta ha lanzado un libro y una película. En esta última, varios niños conversan con Richard Gere, George Lucas, el neuropsicólogo Richard Davidson -director del Laboratorio de la Neurociencia Afectiva- e incluso con el Dalai Lama, para saber qué significa ser feliz.
“Las personas pueden aprender a ser más felices”, aseguran en Proyect Happiness, antes de citar a Davidson, en una analogía que compara el desarrollo de la felicidad con el deporte: “No estarás en Wimbledon en la primera semana, pero con práctica, práctica y práctica puedes convertirte en un muy buen jugador”.
Por su parte, Taran, habitual columnista en The Huffington Post, ha entregado una serie de consejos para comenzar a cambiar esos malos hábitos que no permiten ser feliz, y empezar a practicar aquellos que acercarán el bienestar a nuestras vidas. Algunos son:
1.- Elige algo en qué enfocarte: El ejercicio, el contacto con la naturaleza y consigo mismo o visitar regularmente a alguien a quien se tenía descuidado, son propósitos que sirven para focalizar las energías y tener una motivación importante día a día. Escoge uno a la vez, aconseja Taran. Recuerda que quien mucho abarca, poco aprieta.
2.- Cuida tu forma de pensar: Así como el doctor Davidson comparaba el tennis con la felicidad, Taran dice que no se debe esperar a ser experto, de forma inmediata, en la actividad o propósito escogido.
Trata de no pensar que las cosas son “todo o nada” y que no porque te cueste al comienzo, por ejemplo, tocar guitarra, no naciste con el don y deberías olvidarte de la música.
En cambio, convéncete que superando obstáculos y con mucha práctica, todo va a salir mejor.
3.- Elimina lo que sobra, encuentra lo que buscas: Revisa tu clóset y reúne todas aquellas cosas -ropa, accesorios- que no utilices desde hace tiempo. Seguro encuentras algunos que, incluso, no te has puesto por años. Tómalos y llévalos a un centro de caridad, que “ayude a otros a comenzar de nuevo”, dice Taran.
Luego, busca una prenda especial para ti. No tiene por qué ser cara. Basta que te guste y que tenga un color que sientas que te llene de energía y que cada vez que te la pongas, te haga sentir bien.
4.- Haz que tu gratitud crezca: Ten un diario de agradecimiento en el que escribas, al menos una vez a la semana, tres cosas que te hagan feliz. Estudios en el que se le ha hecho a varias personas practicar esto, han demostrado que la felicidad crece y que hasta se tiene una visión más optimista del futuro.
“La verdad es que naciste feliz, y puedes volver a despertar esa felicidad interior”, dice Taran.
5.- Piensa en cómo quieres ser recordado: ¿Cómo te gustaría que tus hijos, tus amigos y tus vecinos te recuerden cuando mueras? Piensa en las cualidades que quisieras que se destacaran en ti (ser gracioso, buen amigo, creativo, acogedor) y no esperes a que el tiempo te las dé como regalo, sino que empieza a practicarlas desde ahora.
“Aunque no podemos siempre controlar lo que sucede en la vida, es bueno saber que podemos controlar cómo lidiamos con ella, que podemos encontrar maneras de crear la mejor vida posible”, se señala en el sitio web de Proyect Happiness.
Esta es un organización enfocada a un único objetivo: ser feliz, y para eso, utiliza el aprendizaje emocional y social, que, como cuentan, ya se practica en países como Canadá, India, Nigeria y Australia, entre otros. La idea, es utilizar la psicología positiva, y el desarrollo de las habilidades sociales y emocionales, destacando la gratitud y la compasión, como elementos clave para alcanzar un estado de felicidad.
Junto con eso, su fundadora, Randy Taran, publica periódicamente distintas columnas y consejos en medios de Estados Unidos, y hasta ha lanzado un libro y una película. En esta última, varios niños conversan con Richard Gere, George Lucas, el neuropsicólogo Richard Davidson -director del Laboratorio de la Neurociencia Afectiva- e incluso con el Dalai Lama, para saber qué significa ser feliz.
“Las personas pueden aprender a ser más felices”, aseguran en Proyect Happiness, antes de citar a Davidson, en una analogía que compara el desarrollo de la felicidad con el deporte: “No estarás en Wimbledon en la primera semana, pero con práctica, práctica y práctica puedes convertirte en un muy buen jugador”.
Por su parte, Taran, habitual columnista en The Huffington Post, ha entregado una serie de consejos para comenzar a cambiar esos malos hábitos que no permiten ser feliz, y empezar a practicar aquellos que acercarán el bienestar a nuestras vidas. Algunos son:
1.- Elige algo en qué enfocarte: El ejercicio, el contacto con la naturaleza y consigo mismo o visitar regularmente a alguien a quien se tenía descuidado, son propósitos que sirven para focalizar las energías y tener una motivación importante día a día. Escoge uno a la vez, aconseja Taran. Recuerda que quien mucho abarca, poco aprieta.
2.- Cuida tu forma de pensar: Así como el doctor Davidson comparaba el tennis con la felicidad, Taran dice que no se debe esperar a ser experto, de forma inmediata, en la actividad o propósito escogido.
Trata de no pensar que las cosas son “todo o nada” y que no porque te cueste al comienzo, por ejemplo, tocar guitarra, no naciste con el don y deberías olvidarte de la música.
En cambio, convéncete que superando obstáculos y con mucha práctica, todo va a salir mejor.
3.- Elimina lo que sobra, encuentra lo que buscas: Revisa tu clóset y reúne todas aquellas cosas -ropa, accesorios- que no utilices desde hace tiempo. Seguro encuentras algunos que, incluso, no te has puesto por años. Tómalos y llévalos a un centro de caridad, que “ayude a otros a comenzar de nuevo”, dice Taran.
Luego, busca una prenda especial para ti. No tiene por qué ser cara. Basta que te guste y que tenga un color que sientas que te llene de energía y que cada vez que te la pongas, te haga sentir bien.
4.- Haz que tu gratitud crezca: Ten un diario de agradecimiento en el que escribas, al menos una vez a la semana, tres cosas que te hagan feliz. Estudios en el que se le ha hecho a varias personas practicar esto, han demostrado que la felicidad crece y que hasta se tiene una visión más optimista del futuro.
“La verdad es que naciste feliz, y puedes volver a despertar esa felicidad interior”, dice Taran.
5.- Piensa en cómo quieres ser recordado: ¿Cómo te gustaría que tus hijos, tus amigos y tus vecinos te recuerden cuando mueras? Piensa en las cualidades que quisieras que se destacaran en ti (ser gracioso, buen amigo, creativo, acogedor) y no esperes a que el tiempo te las dé como regalo, sino que empieza a practicarlas desde ahora.