En una noche de festejo, existe una delgada línea entre la diversión y el papelón.
Algunas personas pueden llevar bien unos cuantos tragos encima, otros suelen olvidar hasta su nombre antes de las tres de la mañana.
Si eres del segundo grupo, prestá atención a estas cinco reglas de oro:
Regla nº 1: Base de comida
Antes de comenzar a beber alcohol, lo ideal es picar algunas papas fritas, nachos o cualquier otro snack. Las grasas y carbohidratos ayudan a que la entrada de alcohol en el torrente sanguíneo sea más lenta.
Regla nº 2: Tomar en forma gradual
Si vas a ingerir una dosis considerable de alcohol medí la noche en escalas. La lógica dicta: de blanco a tinto si tomas vino, de rubia a negra si lo tuyo es la cerveza, de seco a dulce (y de menos a más) para los que prefieren los cocktails.
Regla nº 3: Descansar entre trago y trago
Si recién terminaste tu Margarita, no llames instantáneamente al mozo para que te traiga un Mojito. Dale tiempo a tu pobre hígado para que digiera lo que acabás de tomar. De esta manera, no sólo permitís que tu cuerpo asimile el alcohol, sino que también tomás menos.
Regla nº 4: Evitar las versiones baratas
Pensá en calidad antes que en cantidad. Los alcoholes baratos tienen sustancias nocivas que causan resaca u otros efectos dañinos. Los de buena calidad quizás cuesten más caros, pero es una buena inversión a futuro.
Regla nº 5: Mantener el cuerpo hidratado
Alterná un vaso de agua entre ronda y ronda para mantenerte hidratado. El alcohol hace que pierdas líquido y eso genera la mayor parte de los efectos colaterales. Además, el agua diluye el alcohol en la sangre
Algunas personas pueden llevar bien unos cuantos tragos encima, otros suelen olvidar hasta su nombre antes de las tres de la mañana.
Si eres del segundo grupo, prestá atención a estas cinco reglas de oro:
Regla nº 1: Base de comida
Antes de comenzar a beber alcohol, lo ideal es picar algunas papas fritas, nachos o cualquier otro snack. Las grasas y carbohidratos ayudan a que la entrada de alcohol en el torrente sanguíneo sea más lenta.
Regla nº 2: Tomar en forma gradual
Si vas a ingerir una dosis considerable de alcohol medí la noche en escalas. La lógica dicta: de blanco a tinto si tomas vino, de rubia a negra si lo tuyo es la cerveza, de seco a dulce (y de menos a más) para los que prefieren los cocktails.
Regla nº 3: Descansar entre trago y trago
Si recién terminaste tu Margarita, no llames instantáneamente al mozo para que te traiga un Mojito. Dale tiempo a tu pobre hígado para que digiera lo que acabás de tomar. De esta manera, no sólo permitís que tu cuerpo asimile el alcohol, sino que también tomás menos.
Regla nº 4: Evitar las versiones baratas
Pensá en calidad antes que en cantidad. Los alcoholes baratos tienen sustancias nocivas que causan resaca u otros efectos dañinos. Los de buena calidad quizás cuesten más caros, pero es una buena inversión a futuro.
Regla nº 5: Mantener el cuerpo hidratado
Alterná un vaso de agua entre ronda y ronda para mantenerte hidratado. El alcohol hace que pierdas líquido y eso genera la mayor parte de los efectos colaterales. Además, el agua diluye el alcohol en la sangre