Un estudio realizado por investigadores canadienses de la Universidad McGill, en Montreal (Canadá), sostiene que el uso de mapas digitales y sistemas GPS cada vez que nos desplazamos de un lugar a otro podría provocar que el cerebro se encoja.
A través de imágenes por resonancia magnética, los autores del estudio compararon la anatomía cerebral de sujetos habituados a usar los aparatos de navegación por satélite con la de individuos que no los usan.
Según el portal muyinteresante.es, los resultados mostraron que los primeros tenían menor volumen de materia gris en el hipocampo, un área del cerebro cuyas principales funciones son la consolidación de la memoria y el aprendizaje.
Para los investigadores, este hallazgo concuerda con las ideas del teórico evolutivo y divulgador Richard Dawkins, quien sugirió que el estímulo decisivo para que el cerebro de nuestros antepasados creciera separándonos del resto de los simios fue, precisamente, la capacidad de dibujar mapas.
A través de imágenes por resonancia magnética, los autores del estudio compararon la anatomía cerebral de sujetos habituados a usar los aparatos de navegación por satélite con la de individuos que no los usan.
Según el portal muyinteresante.es, los resultados mostraron que los primeros tenían menor volumen de materia gris en el hipocampo, un área del cerebro cuyas principales funciones son la consolidación de la memoria y el aprendizaje.
Para los investigadores, este hallazgo concuerda con las ideas del teórico evolutivo y divulgador Richard Dawkins, quien sugirió que el estímulo decisivo para que el cerebro de nuestros antepasados creciera separándonos del resto de los simios fue, precisamente, la capacidad de dibujar mapas.