El director del circo, Robert Birk, encontró a sus 300 pulgas muertas dentro de su caja de transporte la semana pasada. Por las gélidas temperaturas de la primavera en Alemania. El señor Birk pidió ayuda al profesor Heinz Mehlhorn, experto en insectos, quien le ofreció 60 pulgas de reemplazo justo a tiempo para una representación en una feria al aire libre.
Birk declaró que fue “un momento muy difícil” cuando descubrió a las microscópicas estrellas circenses muertas.
Birk declaró que fue “un momento muy difícil” cuando descubrió a las microscópicas estrellas circenses muertas.
Las nuevas reclutas comenzaron a ser entrenadas de inmediato. “Trabajé sin interrupción durante dos días”, le comentó anteriormente Birk al sitio web Online Focus, porque se dio cuenta de que el equipo de reemplazo carecía de “cierta chispa”.
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