El cráter Shackleton, cercano al polo sur de la Luna, podría albergar hielo, según un equipo de investigadores estadounidenses que aún no ha podido demostrar su existencia, informó hoy la revista científica Nature.
Científicos del Massachusetts Institute of Technology (MIT), liderados por la geofísica María Zuber, observaron las distintas partes del cráter y elaboraron dos teorías que podrían explicar el gran brillo que emiten, mayor en las paredes que en el suelo.
Científicos del Massachusetts Institute of Technology (MIT), liderados por la geofísica María Zuber, observaron las distintas partes del cráter y elaboraron dos teorías que podrían explicar el gran brillo que emiten, mayor en las paredes que en el suelo.
"Hemos descubierto que el interior del cráter es más brillante que en ningún otro del polo sur de la Luna y que sus paredes brillan más aún que el suelo", declaró a Efe Zuber, autora del artículo.
Dos teorías explicarían este brillo: el deslizamiento de escombros lunares por las paredes del cráter, que dejarían al descubierto nuevo material más brillante, y la presencia de hielo en el suelo del Shackleton.
Según Zuber, el hielo podría cubrir una parte del suelo del interior del cráter. "El análisis de las pendientes y de la aspereza del cráter indica que probablemente las paredes sean brillantes por el material que se desliza hacia abajo por ellas. El suelo por su parte podría contener, posiblemente, hasta un 20 por ciento de agua", estimó Zuber, quien no obstante subrayó que su estudio no ha podido demostrar este punto.
El interior del Shackleton apenas recibe los rayos directos del Sol y su temperatura es muy baja, características que llamaron la atención de los investigadores ante la posibilidad de poder hallar agua congelada en su parte más profunda.
Dos teorías explicarían este brillo: el deslizamiento de escombros lunares por las paredes del cráter, que dejarían al descubierto nuevo material más brillante, y la presencia de hielo en el suelo del Shackleton.
Según Zuber, el hielo podría cubrir una parte del suelo del interior del cráter. "El análisis de las pendientes y de la aspereza del cráter indica que probablemente las paredes sean brillantes por el material que se desliza hacia abajo por ellas. El suelo por su parte podría contener, posiblemente, hasta un 20 por ciento de agua", estimó Zuber, quien no obstante subrayó que su estudio no ha podido demostrar este punto.
El interior del Shackleton apenas recibe los rayos directos del Sol y su temperatura es muy baja, características que llamaron la atención de los investigadores ante la posibilidad de poder hallar agua congelada en su parte más profunda.
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