“Miau” es un gatito que no pasa desapercibido. El animal de dos años captó la atención de los medios por una impresionante razón: pesa 18 kilos, cuando un gato de su edad solo llega hasta poco más de 5 kilos.
Ocurre que la dueña de 87 años del consentido felino no puede cuidarlo más y por eso lo dejó en el refugio de animales de Santa Fe en Kansas. Al poco tiempo de permanecer en el establecimiento, “Miau” consiguió un hogar adoptivo y a la vez, un nuevo régimen alimenticio para que pueda bajar más de 4 kilos. El refugio tiene previsto publicar las actualizaciones de su pérdida de peso en Facebook.
Ocurre que la dueña de 87 años del consentido felino no puede cuidarlo más y por eso lo dejó en el refugio de animales de Santa Fe en Kansas. Al poco tiempo de permanecer en el establecimiento, “Miau” consiguió un hogar adoptivo y a la vez, un nuevo régimen alimenticio para que pueda bajar más de 4 kilos. El refugio tiene previsto publicar las actualizaciones de su pérdida de peso en Facebook.
“A este gato cuando lo miras sin duda piensas que es obeso, pero es un gato muy dulce al mirarlo. Su cara es muy dulce, pero es muy gordo”, señaló Ben Swan, portavoz del refugio de animales.
Para los veterinarios no queda claro cómo es que el felino llegó a ganar tanto peso en tan solo dos años. Sin embargo, “Miau” no es el gato más gordo del mundo, pues ese récord lo tiene el australiano Himmy, que pesa poco más de 21 kilos.
En tanto, el refugio está a la espera los resultados de los análisis de sangre de “Miau” para asegurarse de que no tiene algún otro problema de salud.
Para los veterinarios no queda claro cómo es que el felino llegó a ganar tanto peso en tan solo dos años. Sin embargo, “Miau” no es el gato más gordo del mundo, pues ese récord lo tiene el australiano Himmy, que pesa poco más de 21 kilos.
En tanto, el refugio está a la espera los resultados de los análisis de sangre de “Miau” para asegurarse de que no tiene algún otro problema de salud.