La ketamina es un agente anestésico disociador, llamado así porque distorsiona las percepciones visuales y auditivas y produce sensación de aislamiento del ambiente y del ser. La ketamina produce sus efectos, similares a los de la droga conocida como PCP, en virtud de su acción sobre un tipo de receptor de glutamato (el receptor NMDA).
La intoxicación con dosis bajas da lugar a la reducción de la atención, de la capacidad de aprendizaje y de la memoria. En dosis más altas, la ketamina puede causar estados similares al sueño y alucinaciones; y en dosis aún más altas, la ketamina puede causar delirio y amnesia.