Cuando toca acelerar con biocombustibles, los estudiantes de la Universidad Boise State en Idaho son los reyes de la pista.
En noviembre de 2011, ellos alcanzaron la velocidad de 248,5 km/h en un Chevrolet S-10 impulsado por semillas de algodón y aceite de girasol.
El motor de 5.9 litros estaba acompañado por un sistema de inyección mecánica, un extra tanque con aceite vegetal y un radiador especial para reducir la viscosidad del aceite.
Pero, por supuesto, el vehículo más rápido no impulsado por gasolina es el Thrust SSC, el actual dueño del record de velocidad en todo el planeta. Este auto llegó a los 1.228 km/h en octubre de 1997 gracias a su combustible a base de kerosene para aviones.
En noviembre de 2011, ellos alcanzaron la velocidad de 248,5 km/h en un Chevrolet S-10 impulsado por semillas de algodón y aceite de girasol.
El motor de 5.9 litros estaba acompañado por un sistema de inyección mecánica, un extra tanque con aceite vegetal y un radiador especial para reducir la viscosidad del aceite.
Pero, por supuesto, el vehículo más rápido no impulsado por gasolina es el Thrust SSC, el actual dueño del record de velocidad en todo el planeta. Este auto llegó a los 1.228 km/h en octubre de 1997 gracias a su combustible a base de kerosene para aviones.