Un nuevo planeta extrasolar que podría albergar vida por su tamaño y por la temperatura a la que está su superficie acaba de ser descubierto por astrónomos del Carnegie Institute de Estados Unidos. El hallazgo es obra de un astrofísico español, Guillem Anglada-Escudé, que tenía una beca postoctoral en esta institución científica hasta hace poco y ahora trabaja en la Universidad de Goettingen (Alemania).
La nueva 'supertierra', que tiene una masa equivalente a 4,5 veces la de nuestro planeta, orbita en torno a una estrella (la GJ 667C) muy cerca del Sistema Solar, a sólo 22 años luz de distancia y forma parte de un sistema en el que hay otras dos.
Los astrónomos pensaban que no había planetas en ellas porque su composición es muy diferente a la de nuestro Sol y tienen pocos elementos metálicos, que hasta ahora se han considerado importantes para que haya planetas como la Tierra, pero este hallazgo, como ocurre tantas veces en la ciencia, parece indicar que era una premisa equivocada y que hay una gran variedad de ambientes en los que es posible que se hayan formado planetas habitables.
Los astrónomos pensaban que no había planetas en ellas porque su composición es muy diferente a la de nuestro Sol y tienen pocos elementos metálicos, que hasta ahora se han considerado importantes para que haya planetas como la Tierra, pero este hallazgo, como ocurre tantas veces en la ciencia, parece indicar que era una premisa equivocada y que hay una gran variedad de ambientes en los que es posible que se hayan formado planetas habitables.