Los adolescentes que consumen bebidas gaseosas no dietéticas con frecuencia son más propensos a las conductas violentas, difundió la revista Injury Prevention, publicación especializada de British Medical Journal (BMJ).
Estos resultados se basan en un estudio que involucró a mil 870 adolescentes de entre 14 y 18 años a los que investigadores de la Universidad de Vermont y la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard sometieron a un cuestionario sobre el consumo de ese tipo de bebidas y la agresividad contra familiares, amigos o compañeros de clase.
El 30 por ciento de los jóvenes dijo que consumían refrescos gaseados cinco veces a la semana, lo que fue clasificado como alto consumo.
Estos resultados se basan en un estudio que involucró a mil 870 adolescentes de entre 14 y 18 años a los que investigadores de la Universidad de Vermont y la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard sometieron a un cuestionario sobre el consumo de ese tipo de bebidas y la agresividad contra familiares, amigos o compañeros de clase.
El 30 por ciento de los jóvenes dijo que consumían refrescos gaseados cinco veces a la semana, lo que fue clasificado como alto consumo.
Tras analizar los datos, los científicos concluyeron que el 58 por ciento de los jóvenes que solían ingerir bebidas efervescentes tenían más probabilidades de cometer actos violentos hacia sus compañeros.
En comparación, el 35 por ciento de los muchachos que no solían tomar ese tipo de refrescos podían enrolarse en una pelea con otros alumnos.
También el 27 por ciento de los que tomaban refrescos con abundancia eran más proclives a ser agresivos con su pareja, contra el 15 por ciento de los que no bebían.
Los actos de violencia contra un hermano eran 43 por ciento más entre los que ingirieron gaseosas en comparación con el 25,4 por ciento del grupo de bajo consumo.
Aún los científicos desconocen las causas de la violencia exacerbada entre quienes beben bebidas efervescentes, pero creen que estaría relacionada con los niveles de cafeína y azúcar que contienen.
Durante el estudio, se tuvo en cuenta otros factores como el consumo de alcohol, el tabaquismo o la calidad de sueño en días de escuela.
Incluso tomando en riesgo esos factores, los científicos comprobaron la relación entre las bebidas efervescentes y los actos de violencia.
En comparación, el 35 por ciento de los muchachos que no solían tomar ese tipo de refrescos podían enrolarse en una pelea con otros alumnos.
También el 27 por ciento de los que tomaban refrescos con abundancia eran más proclives a ser agresivos con su pareja, contra el 15 por ciento de los que no bebían.
Los actos de violencia contra un hermano eran 43 por ciento más entre los que ingirieron gaseosas en comparación con el 25,4 por ciento del grupo de bajo consumo.
Aún los científicos desconocen las causas de la violencia exacerbada entre quienes beben bebidas efervescentes, pero creen que estaría relacionada con los niveles de cafeína y azúcar que contienen.
Durante el estudio, se tuvo en cuenta otros factores como el consumo de alcohol, el tabaquismo o la calidad de sueño en días de escuela.
Incluso tomando en riesgo esos factores, los científicos comprobaron la relación entre las bebidas efervescentes y los actos de violencia.