Jack Perkins compró en 1950 un Bugatti 34 de 1924. Como necesitaba ser restaurado, pagó poco menos de US$100. El vehículo tenía historia. Había corrido las legendarias 500 millas de Indianápolis en 1936 y participado en el Campeonato Nacional de carreras de Estados Unidos.
Perkins disfrutó del Bugatti hasta su muerte en 1992. Ahora, su viuda gozará de los dividendos que el carro dio este sábado en una subasta en Inglaterra, donde un comprador pagó casi US$700.000 por la antigüedad.
El vehículo estaba en buenas condiciones, pues Perkins continuó haciendo carreras con él.
Tras su muerte, la viuda puso el Bugatti en exhibición en el Museo del Motor en Somerset, donde permaneció hasta diciembre de 2010.
El vehículo estaba en buenas condiciones, pues Perkins continuó haciendo carreras con él.
Tras su muerte, la viuda puso el Bugatti en exhibición en el Museo del Motor en Somerset, donde permaneció hasta diciembre de 2010.
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