Por datos estadísticos y no por cuestiones esotéricas, la aeronave Tupolev 134, diseñada por el ingeniero aeronáutico soviético Andrei Tupolev en 1963, se puede catalogar como el “avión maldito”. Desde su primer vuelo comercial, en el año 1967, tiene en su haber 28 accidentes aéreos, llevándose la vida de 1631 personas.
De acuerdo a datos de la web airdisaster.com, recogidos por lainformacion.com, actualmente existen 277 aviones de este modelo en actividad. Situación existente a pesar de la advertencia del ministro ruso de Transporte, Igor Levitin, quien lo calificó como “obsoleto” e instó a las compañías a reemplazarlo por los nuevos Sukhoi SuperJet.
La compañía aérea Rusair hizo caso omiso a los consejos, trayendo como consecuencia un nuevo accidente cerca de San Petersburgo, Rusia, en la madrugada de hoy 21 de junio. En ese vuelo charter fallecieron sus 52 ocupantes. De acuerdo a voceros de la aerolínea, el avión estaba en perfecto estado, sus tanques llenos de combustible. Por lo que no explican por qué enfiló hacia la carretera y no a la pista de aterrizaje.
La mayor utilización del Tupolev 134, procedente del ejército ruso, y su acondicionamiento para vuelos comerciales de primer nivel, va de la mano con el aumento de accidentes aéreos.
En el año 2006, una aeronave realizó un aterrizaje forzoso y se salió de la pista. Si bien no hubo muertos, el avión se incendió en su totalidad. En la ciudad de Samara, Rusia, seis personas fallecieron y 27 resultaron heridas en el año 2007. En aquella ocasión se realizó un aterrizaje de emergencia debido a una mala maniobra por factores climáticos. Durante el 2009, otro Tupolev no despegó debido a una tormenta de nieve.
El Tupolev 134 es un avión de corto alcance con una autonomía de vuelo de 2770 kilómetros y una velocidad de 850 kilómetros por hora. Su capacidad es de 76 pasajeros, pero existen modelos donde albergan a 96 personas.
La compañía aérea Rusair hizo caso omiso a los consejos, trayendo como consecuencia un nuevo accidente cerca de San Petersburgo, Rusia, en la madrugada de hoy 21 de junio. En ese vuelo charter fallecieron sus 52 ocupantes. De acuerdo a voceros de la aerolínea, el avión estaba en perfecto estado, sus tanques llenos de combustible. Por lo que no explican por qué enfiló hacia la carretera y no a la pista de aterrizaje.
La mayor utilización del Tupolev 134, procedente del ejército ruso, y su acondicionamiento para vuelos comerciales de primer nivel, va de la mano con el aumento de accidentes aéreos.
En el año 2006, una aeronave realizó un aterrizaje forzoso y se salió de la pista. Si bien no hubo muertos, el avión se incendió en su totalidad. En la ciudad de Samara, Rusia, seis personas fallecieron y 27 resultaron heridas en el año 2007. En aquella ocasión se realizó un aterrizaje de emergencia debido a una mala maniobra por factores climáticos. Durante el 2009, otro Tupolev no despegó debido a una tormenta de nieve.
El Tupolev 134 es un avión de corto alcance con una autonomía de vuelo de 2770 kilómetros y una velocidad de 850 kilómetros por hora. Su capacidad es de 76 pasajeros, pero existen modelos donde albergan a 96 personas.
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