Según una investigación llevada a cabo por el Instituto de Neurociencia Cognitiva de la Universidad de Londres, la gente con discalculia tiene dificultades para comprender el valor de los números o cómo manipularlos para llevar a cabo operaciones y cálculos.
Es necesario resaltar que es la incapacidad para comprender, realizar cálculos aritméticos y matemáticos, esta es producida por anormalidades en las conexiones cerebrales que se encargan de este tipo de aprendizaje.
El profesor Brian Butterworth instó a las autoridades a ofrecer más ayuda para quienes lo sufren, “Hay una necesidad social urgente de ayudar a estos estudiantes a lograr un nivel de nociones aritméticas con el cual puedan funcionar adecuadamente en un lugar de trabajo moderno”.
Los neurocientíficos creen que la región del cerebro encargada de esta capacidad es el lóbulo parietal. Además, se piensa que hay varios factores genéticos y de desarrollo que podrían contribuir a la discalculia.
Diana Laurillard, profesora, comenta que este tipo de personas no puede comprender los conceptos abstractos como tiempo y dirección o los conceptos de distancia, tamaño, fórmulas y secuencias. Esto provoca en el individuo severos problemas para llevar a cabo actividades diarias que involucran el manejo de tiempo o de dinero.
“Sólo porque la discalculia es heredada, esto no significa que no hay nada que podamos hacer” explica Laurillard, quien también participó en el estudio.
Aunque los estudios llevados a cabo con gemelos y con poblaciones especiales han mostrado que la discapacidad aritmética tiene un gran componente genético, hasta ahora no se ha logrado identificar cuáles son los genes responsables.
Los autores afirman, sin embargo, que “hay muchas cosas que pueden hacerse para ayudar a estas personas y que no se están haciendo”. La discalculia es producida por anormalidades en las conexiones cerebrales.
Tal como señalan los científicos, “hay una necesidad social urgente de ayudar a estos estudiantes a lograr un nivel de nociones aritméticas con el cual puedan funcionar adecuadamente en un lugar de trabajo moderno”.
Pero agregan que “como la discalculia es tan desconocida no hay financiamiento para encontrar estrategias para el trastorno basadas en evidencia”.
Es urgente, dicen los investigadores, un mayor entendimiento sobre cómo el cerebro procesa los conceptos básicos de números y aritmética que conduzca al desarrollo de estrategias para ayudar a estos estudiantes.
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